El propósito de este documento es diverso, pues puede significar cosas diferentes para gente diferente, dependiendo del grado de apertura de sus "ojos para ver" y "oídos para oír" en su situación actual.

El propósito universal de este documento es, sin embargo, demostrar una vez más que Dios sigue hablando a la Humanidad (2) en la esperanza de que la Humanidad Le escuche, aprenda y actúe con el fin de minimizar el sufrimiento que espera a la Humanidad como resultado de la sordera espiritual milenaria.


INTRODUCCIÓN

¿Alguna vez se han preguntado ustedes por qué Dios permitió que la Piedra Rosetta (3) no se encontrase y reconociese por lo que era hasta los Siglos XVIII y XIX?

¿Alguna vez se han preguntado por qué, no mucho después, en 1922, Dios permitió el descubrimiento de la tumba de Tutankamón (4) después de haberSe asegurado de que dicha tumba permaneciera sin tocar por miles de años, incluso a pesar de que el saqueo de las tumbas había sido un negocio para los egipcios durante miles de años? Los mensajes multifacéticos emitidos a la Humanidad para el Fin de Estos Tiempos a través del popular "Rey Tut", en el nombre de Dios, son, como mínimo, asombrosos.

Dichos mensajes/recordatorios/exhortaciones no cambian nada de lo que hemos anunciado (el Apocalipsis (5) sigue su camino según lo previsto), simplemente dejan todo muy claro, pasado, presente y futuro.


DETALLES

La importancia mística, y muy real, de dichos descubrimientos e interpretaciones es que arrojan un brillante haz de luz sobre un Faraón egipcio de la dinastía 18 olvidado a la fuerza, Amenhotep IV. Este faraón cambió su nombre al de Akenatón y ha sido apodado por los egiptólogos como el "Faraón Hereje". A causa de la "herejía" de Akenatón, fueron borrados muchos registros históricos sobre él. Sin embargo, los registros históricos de Tutankamón permanecieron intactos durante 3500 años para llamar la atención acerca de ese faraón "hereje" a los fieles desorientados. Dios, sabiendo lo propensos que son los humanos para ser cautivados por bellezas legendarias, añadió Nefertiti (6) a la emisión del mensaje.

El lector dirá: "¡Muy bien!, ¿pero cuál es la conexión del 'Rey Tut' (Tutankamón) y Nefertiti con el Faraón Hereje que arroja esa brillante luz sobre su largamente olvidado nombre?"

Tal como uno esperaría de Dios, no dejó ningún cabo por atar: el 'Rey Tut' no es sino el hijo que el Faraón Akenatón tuvo con su segunda esposa Kiya, y Nefertiti fue la primera esposa del Faraón Akenatón y a su vez suegra de Tutankamón pues éste se casó con su hermanastra.

Ese preámbulo nos permite introduciros a la singularísima historia del faraón egipcio Akenatón (coronado originalmente como Amenhotep IV):


El resto es historia, y un mensaje muy importante para Estos Tiempos, traído al hombre, por Dios, a través del descubrimiento de la famosa tumba de Tutankamón, providencialmente inalterada.


DETALLES y COMENTARIOS

Queremos hacer comentarios usando un formato diferente del previamente usado para que el lector pueda focalizarse mejor en cada punto.

A. ¿No resulta interesante que, aparentemente de la nada y después de dieciocho dinastías de politeísmo, un buen día Amenhotep IV declaró el monoteísmo como la religión verdadera, la hizo religión del estado y actuó de acuerdo a ello con una certeza que pocos gobernantes poseen? Como si no fuera suficientemente asombroso, los hombres de su élite militar y financiera le apoyaron, como así también su esposa Nefertiti. ¿Acaso tuvieron todos alucinaciones con él?

La historia nos dice que: "Sufrió tuberculosis y epilepsia desde la infancia, por lo que tuvo que pasar en cama mucho tiempo de sus tempranos años. Como producto de tal sufrimiento y postración tuvo visiones de un mundo superior credo por Un Dios único, Atón, que era simbolizado por el Sol."

B. Compuso el Gran Himno a Atón (9), que se parece más a un salmo del Antiguo Testamento que a algo proveniente del Egipto Faraónico. El Gran Himno ha sido comparado con el Salmo 104. Seguro que utilizó al Sol como la manifestación de ese Dios único pero, conforme leemos y meditamos ese Himno, ¿sería el comportamiento del Faraón muy diferente de cómo los católicos usan una imagen como punto focal de su adoración y oraciones, incluso cuando son completamente conscientes de que es sólo un símbolo y no un ídolo? ¿Y qué decir cuando católicos pobremente evangelizados tratan una imagen como si fuera la verdadera manifestación de un Dios invisible?

Por tanto, la creencia monoteísta de Akenatón (utilizando al Sol como punto focal y/o manifestación) no está tan lejos del creyente monoteísta (más específicamente, de los católicos del Siglo XXI)

C. ¿No eran las acciones que emprendió Akenatón similares a las que Cristo nos enseñó, que son, por supuesto, la manera en que Dios pretendía que funcionara Su Creación desde el Génesis? Según leemos en la historia descubierta y recompuesta de su reino:


¿Vamos a considerar que tal concienciación era el producto de alucinaciones provocada por la fiebre alta? ¡Difícilmente! Los que habrían tenido "alucinaciones" habrían sido los Sumos Sacerdotes del Templo de la época de Jesús y los líderes de la religión organizada del Siglo XXI, en caso de que esas políticas teo-sociales (hubieran sido) / (sean) llevadas a cabo porque representan una amenaza para sus privilegiadas vidas. Los "Hombres de Dios" quieren un sistema de expresión de la fe que funcione como una máquina de producir dinero y de controlar a las masas. Nada ha cambiado. Ya sean los sacerdotes de Amón que envenenaron a Akenatón, los Administradores del Templo que crucificaron a Jesús o los Administradores del a Fe Cristiana de hoy día; la riqueza y el poder de control era, son y serán siempre (a no ser que intervenga Dios) las "Reglas del Juego".

D. ¿No resulta interesante que S.S. Juan XXIII, y después S.S. Pablo VI y después muy, muy brevemente S.S. Juan Pablo I parecen haber intentado hacer en la Iglesia Católica Romana lo que Akenatón intentó en la "Iglesia" egipcia y lo que Dios, en la Persona de Jesús, intentó en la "Iglesia" del Templo Judío?

El Vaticano II intentó des-deificar al hombre, incluyendo a los papas que habían establecido en el subconsciente de los fieles una equivalencia con Dios (la misma equivalencia practicada por los faraones anteriores a Akenatón). El Vaticano II intentó eliminar lo que se había convertido en adoración virtual de los santos a través de sus imágenes y reliquias al limitar el número de estatuas y reliquias en las Iglesias. El Vaticano II intentó evitar el favorecimiento de los gobiernos ricos y dictatoriales en favor de los pobres y los oprimidos. El Vaticano II (10) intentó hacer a Dios más accesible al hombre a través de la Santa Misa en el idioma local.

¿No resulta interesante cómo de inoportunamente murieron Pablo VI y Juan Pablo I, abriendo las puertas a la vuelta de los días pre Vaticano II que en Egipto de entonces habrían sido los días pre Akenatón? De hecho, ha sido peor. Los santos colocados en los altares se han multiplicado, así como la llamada a los fieles de vuelta a la idolatría de facto anterior al Vaticano II.

No hay nada nuevo bajo el Sol porque satanás siempre trabaja de la misma manera (11) . ¿Para qué cambiar? Los humanos siguen cayendo en los mismos viejos trucos una y otra vez.

Y eso, hermanos, es precisamente uno de los mensajes principales que Dios quería traernos al Fin de Estos Tiempos, por medio del popular 'Rey Tut'. Con el cambio forzado en la trayectoria de S.S. Juan Pablo II (12) y la deificación virtual de Jose María Escrivá (13) ["El Padre", "Nuestro Padre", el autor de "El Camino"] la Iglesia Escrivita está corriendo hacia adelante (en realidad, hacia atrás) a los "días de Ramsés II", el faraón que es generalmente aceptado como el de los tiempos de Moisés. Por supuesto, ellos acabarán igual que los carros del Faraón en los días de Moisés (14) .

¡Quienes tengan ojos, que vean, y quienes tengan oídos, que vean! (15)


CONCLUSIÓN y EPÍLOGO

Hay un ángulo bíblico de la mayor importancia arqueológica acerca de la importancia teo-política de Akenatón. Conforme ponderábamos la abrupta conversión de Amenhotep IV (y estando personalmente familiarizados con tal experiencia mística), un pensamiento cruzó nuestro camino. ¿Qué podría haber ocurrido además de una conversión directa-por-intervención-de-Dios [como ocurrió al único visionario masculino en Kibeho (16)], que podría haber hecho que Amenhotep IV reconociera la realidad de un Dios único - el verdadero y único Creador y Sustentador de Su Creación? José, el hijo de Jacob, vino inmediatamente a nuestra mente.

La historia nos dice de Amenhotep IV que estuvo postrado en cama debido a su enfermedad y que tuvo visiones... ¿Y si lo que tuvo fueron sueños proféticos? ¿Y si él fue el faraón cuyos sueños proféticos interpretó José? ¿Qué pensaría Amenhotep IV del Dios de José - el Dios único -, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob? Cualquier persona razonable se sentiría inclinado a creer que de hecho ése era "El Dios". Bíblicamente se nos da esa pista pues el faraón no nombrado hizo a José el hombre de Egipto cuyo único superior era el mismo Faraón [Génesis 41: 37-45].

A esto debemos añadir que la cifra clave en el sueño del faraón eran los siete años de abundancia seguidos de siete años de escasez. Esto son un total de catorce años. Akenatón fue faraón durante entre catorce y dieciséis años. Hubo una revuelta popular, sin duda alimentada por los sacerdotes de Amón (nada ha cambiado, ¿verdad?) - reinaba la anarquía.

Bien, si estuvieran en los siete años de hambruna, habría sido muy fácil para los sacerdotes de Amón esparcir el rumor de que la hambruna era a causa de que su dios estaba enfadado con Akenatón por cambiar su esquema religioso. Afrontémoslo, nosotros podemos conocer la historia del sueño del faraón pero los egipcios de a pie eran ignorantes de lo que estaba ocurriendo. Si hoy la facción al mando de los Administradores de la Iglesia Católica Romana llaman mentira al secreto de La Salette (17) y han modificado el Secreto de Fátima (18) y muchos de los fieles se lo creen, imaginen los egipcios de a pie analfabetos de aquel tiempo. Recordemos que ellos también veían a sus sacerdotes como semi-dioses, por lo que cualquier cosa que dijesen "tenía que ser cierta" (nada ha cambiado, ¿verdad?)

Hay muchísima evidencia circunstancial espiritual para relacionar al Faraón Akenatón con José, evidencia que es realmente más fuerte que su equivalente arqueológico.

Los investigadores han hecho estudios para determinar quién fue el faraón del tiempo de Moisés y provisionalmente han concluido que fue Ramsés II. Menos trabajo se ha hecho acerca del faraón del tiempo de la supremacía de José en Egipto, pero cuando observábamos brevemente la fiabilidad de las pruebas arqueológicas supuestamente "concluyentes", nos dimos cuenta de que el adjetivo "concluyente" se utiliza con mucha "licencia poética".

Por ejemplo, Horemheb, quien fue inicialmente jefe militar de Akenatón y después faraón de la dinastía 18, decía haber reinado durante 27 años, cuando en realidad estuvo en el trono durante 13 años (19) . ¿Cómo es posible? Porque decidió establecer su período de gobierno desde la muerte de Akenatón y el comienzo del reino de Tutankamón.

Al buscar más, pudimos encontrar un tratado interesante que relaciona el Egipto histórico y el Egipto bíblico (20) . Después de revisar ese documento de calibre de investigación profesional, así como por experiencias pasadas, concluimos que ese "más o menos" en los años transcurridos en ese punto de la historia son "correctos a falta de nueva información de nuevos hallazgos arqueológicos y/o interpretaciones de hallazgos ya realizados" y que una fecha puede estar desplazada doscientos o trescientos años con facilidad (e incluso más).

Investigar más profundamente para lograr la armonización de fechas y nombres en la Biblia y en la Historia secular está más allá del alcance de nuestra función. Sin embargo, cualquier búsqueda razonable llevada y presentada por un lector a partir de la revisión de estos documentos y enlaces, podría ser tenida en cuenta para su publicación si esa es la Voluntad de Dios.









In English:  God speaks through the discovery of Tutankhamon

Publicado en Castellano el 8 de Septiembre de 2006 - La celebración del Nacimiento de la Virgen María - Unión Europea