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Profecías bíblicas sobre el Regreso de Cristo

Cristo y el Falso Cristo

Publicado originalmente en la Pascua del año 2007


PROPÓSITO

El propósito de este documento es proporcionar a los Elegidos (estén o no ya abiertos sus Ojos y Oídos) unas referencias bíblicas claras que sean útiles para que, con la iluminación del Espíritu Santo de Dios, puedan identificar fácilmente al Falso Cristo.  Esto reducirá las posibilidades de que los Elegidos caigan en el grave error de adorar a satanás.


Hemos solicitado al Sr. Lee Penn, autor de False Dawn, que prepare este documento para el beneficio de nuestros lectores, a lo cual ha accedido amablemente. Se lo agradecemos sinceramente a él y también a los que nos han ayudado a completar y publicar este documento tan importante.



INTRODUCCIÓN

Cristo dijo que Él vendría de nuevo, y así lo atestiguan los Apóstoles a través del Nuevo Testamento.  No obstante, Cristo también nos avisó de que vendrían muchos falsos mesías, y el apóstol Pablo nos advirtió de que el "hombre de iniquidad" arrastrará al mundo a un engaño espiritual final.

El Falso Cristo, cuando aparezca, no vendrá bajo la apariencia de un loco de remate, ni tampoco su reino vendrá con violencia.  Será un substituto aparentemente plausible del Verdadero Cristo - uno tan bien presentado y disfrazado que engañaría "incluso a los elegidos", si eso fuese permitido por Dios.  Por eso es importante revisar las profecías del Antiguo y Nuevo Testamentos sobre la venida, primero del Falso Cristo, y después del Propio Cristo.  Va a ser muy necesario, para la supervivencia espiritual, distinguir entre los dos y no adorar al Falso Cristo.

Así pues, aquí tienen una revisión de las profecías de las Escrituras (principalmente del Nuevo Testamento) sobre el Regreso y el Reino de Cristo. [0]



Profecías bíblicas sobre el Regreso de Cristo


Cristo ascendió al Cielo para preparar un lugar para nosotros.
  1. Cristo, el Hijo Único de Dios, ha ascendido al Cielo para preparar un lugar para Sus seguidores. Aunque Cristo ya ha fue al Padre, dijo a Sus Seguidores: "Yo con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación del siglo" (Mateo 28:20).  Cuando regrese, se llevará a los fieles con Él, "a fin de que donde Yo estoy, estéis vosotros también" (Juan 14:3)
Esto fue profetizado en el Antiguo Testamento (Salmos 68:18; Proverbios 30:4; Isaías 52:13) y predicho por Jesús durante Su ministerio público, tal como atestiguan los Evangelios (Juan 6:62; Juan 14:2-3; Juan 20:17) y tal como se cumplió ante la vista de los Apóstoles (Marcos 16:19; Lucas 24:51; Hechos 1:9-11; 1 Timoteo 3:16; Efesios 4:8-10).

Cristo ha enviado al Espíritu Santo para guiar a todos los fieles.
  1. Cristo ha enviado al Espíritu Santo a todos los creyentes, para aconsejar y reconfortar.
Esto fue profetizado en el Antiguo Testamento (Proverbios 1:23; Isaías 44:3; Joel 3:1-3), prometido por Jesús a Sus Apóstoles durante Su ministerio (Lucas 24:49; Juan 14:26; Juan 15:26; Juan 16:7-15; Juan 20:21-23) y experimentado por los Apóstoles desde Pentecostés en adelante (Hechos 2:1-4; Hechos 2:16-21; Hechos 10:44-48; 1 Corintios 2:12-14).

Nótese que este don del Espíritu Santo es para TODOS los creyentes.  No está limitado a los que estén en comunión con Roma, ni a los obispos como grupo, ni al Obispo de Roma.

Cristo está ahora sentado a la derecha del Padre, hasta el tiempo de Su regreso.
  1. Cristo ahora está sentado a la derecha del Padre, hasta que Le llegue el tiempo de venir en gloria sobre las nubes para reinar sobre la Tierra y poner "a todos los enemigos bajo sus pies" (1 Cor 15:25).
Esto fue profetizado en el Antiguo Testamento (Salmos 110:1), prometido por Cristo durante Su ministerio (Mateo 22:41-46; Marcos 12:35-37; Lucas 20:41-44), proclamado por Él cuando se le juzgaba por Su vida (Mateo 26:64; Marcos 14:62; Lucas 22:69) y confirmado como verdadero después por los Apóstoles (Hechos 2:33-36; Hechos 7:55-56; 1 Corintios 15:23-26; Efesios 1:20-23; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3-5; Hebreos 1:13; Hebreos 10:12-13).

Cristo no necesitará la ayuda de una jerarquía eclesiástica, ni tampoco de un "nuevo movimiento eclesiástico", para establecer Su Reino.

Los "últimos días" empezaron con la primera venida de Cristo.
  1. Con la primera venida de Cristo, han empezado los "últimos días" (Hebreos 1:2; 1 Juan 2:18).
Durante la era entre la Ascensión de Cristo y Su Regreso, ha de haber sufrimiento por causas naturales y humanas - pero "no es todavía el fin".
  1. En el tiempo anterior al regreso de Cristo, habrá guerras, revoluciones, plagas, hambre, terremotos y otros desastres naturales, apostasía, desintegración social, y persecución de los fieles. [1]  Sin embargo, eso "no es todavía el fin" (Mateo 24:6-8; Marcos 13:7-8; Lucas 21:9-11).
Falsos maestros - así como seguidores apóstatas o inmorales - han estado presentes en la Iglesia desde el comienzo.
  1. Falsos doctores, lobos disfrazados de ovejas, surgieron de dentro de la Iglesia ya durante sus primeros días (Hechos 20:29-30).  De hecho, "muchos" se habían hecho "anticristos" cuando Juan escribió su Epístola (1 Juan 2:18-19).  Inmoralidad, hipocresía y sed de falsas enseñanzas también existían dentro de la Iglesia desde sus inicios, de manera tal que los escritores del Nuevo Testamento tuvieron que avisar a sus contemporáneos contra ello (2 Timoteo 3:1-5; 2 Timoteo 4:3-5; Apocalipsis 2:4-5; Apocalipsis 2:14-15; Apocalipsis 2:20-23; Apocalipsis 3:1-3; Apocalipsis 3:15-18).
Desde el comienzo, los verdaderos seguidores de Cristo han sido perseguidos.
  1. Jesús sabía que habría persecuciones contra los fieles a lo largo de la era entre Su Ascensión y Su Regreso (Mateo 10:17-23; Mateo 10:25; Marcos 13:9-13; Lucas 21:12-19).  Los autores de las Epístolas atestiguan que la persecución comenzó inmediatamente después de Pentecostés; Esteban fue el primero de los mártires (Hechos 7:55-60).
Tal como profetizó Cristo, Jerusalén cayó en manos de los paganos, el Templo fue destruido, y los Judíos de Palestina fueron dispersados como cautivos.
  1. Jesús profetizó que Jerusalén caería ante los ejércitos paganos, que el Templo sería totalmente destruido, y que los judíos serían "deportados a todas las naciones" "hasta que el tiempo de los gentiles sea cumplido" (Mateo 23:38; Mateo 24:1-2; Mateo 24:15-22; Marcos 13:1-2; Marcos 13:14-20; Lucas 21:5-6; Lucas 21:24).  Todo esto ocurrió, con la derrota de las revueltas de los años 70 dC y 133 dC ante los romanos.
Contrariamente a las creencias de algunos judíos fanáticos contemporáneos (y sus igualmente fanáticos apoyos Cristianos Evangélicos), no hay ninguna indicación en ninguna profecía ni exhortación del Nuevo Testamento, de que el Templo Judío podría o debería ser reconstruido, ni de que el sistema judío de sacrificios en el Templo pueda, o deba, ser restaurado [2]

Antes del Regreso de Cristo, el Evangelio será predicado al mundo entero.
  1. Antes del Regreso de Cristo, el Evangelio será predicado al mundo entero (Mateo 24:14; Marcos 13:10).
Esto puede indicar que el Evangelio fue predicado al mundo entero "conocido", durante el Imperio Romano, antes de la caída de Jerusalén en 70 dC - pero su verdadero significado escatológico se aplica a la predicación del Evangelio al mundo entero antes del fin de la era (Apocalipsis 14:6-7).

Antes del Regreso de Cristo, los gentiles ya no mandarán sobre Jerusalén.
  1. Antes del Regreso de Cristo, Jerusalén ya no estará "pisoteada por los gentiles" (Lucas 21:24).
Durante la era hasta el Regreso de Cristo, el bien y el mal coexistirán el uno con el otro.
  1. Hasta que Cristo regrese, habrá buenos y malos (Daniel 12:10; Mateo 13:24-30; Mateo 13:37-42; Apocalipsis 22:11).  Los buenos se harán más buenos, y los malos más malos, como dos tendencias que alcanzan su cima al final de la era.
Poco antes del Regreso de Cristo, habrá una tribulación global de una gravedad sin precedentes.
  1. Hacia el final, los problemas con los que se encontrará la Humanidad serán globales, de una gravedad sin precedentes (Daniel 12:1; Sofonías 1:2-3; Sofonías 1:14-18; Mateo 24:21; Marcos 13:19; Lucas 21:22-23).  Habrá:
A pesar de los castigos, la mayoría de la humanidad seguirá sin arrepentirse.
  1. La mayor parte de la humanidad, grandes y pequeños, será impenitente y desafiante en sus pecados y apostasía.  Abandonarán a Dios, o Le maldecirán, en vez de volver a Él (Apocalipsis 6:15-17; Apocalipsis 9:20-21; Apocalipsis 16:9; Apocalipsis 16:10-11; Apocalipsis 16:21).  En vez de seguir a los verdaderos profetas, celebrarán su muerte (Apocalipsis 11:9-10).
  1. "Por efecto de los excesos de la iniquidad [injusticia], la caridad de los más [la mayoría] se enfriará" (Mateo 24:12).  Esa tendencia será una señal de muerte espiritual, dado que el amor es la más grande de las virtudes espirituales (1 Corintios 13:13) y, sin amor, todos los talentos, conocimientos y obras no sirven de nada (1 Corintios 13:1-3).
El poder máximo del maligno en la tierra está limitado a "42 meses": un breve tiempo.
  1. Durante un breve tiempo, el mundo entero estará bajo el poder del demonio y sus sirvientes, representados por el dragón, la bestia, y el falso profeta (Apocalipsis 13:1-18).  Las Escrituras especifican un tiempo limitado para el poder máximo del maligno (Apocalipsis 12:12): "un tiempo, (dos) tiempos y la mitad (de un tiempo)" (Daniel 12:7), 42 meses (Apocalipsis 11:2; Apocalipsis 13:5), o "un tiempo y (dos) tiempos y la mitad de un tiempo" (Apocalipsis 12:14), ó 1260 días (Apocalipsis 11:3; Apocalipsis 12:6).
Simbólicamente, esto representa un breve tiempo - pero también puede referirse a un tiempo de (literalmente) 42 meses y 1260 días, respectivamente.

Durante la mayor parte de la Tribulación, al poder del maligno se le opondrá estará y limitado por los Dos Testigos - hasta que sean condenados a muerte.
  1. Los dos testigos elegidos por Dios testificarán a favor de Cristo, y contra el maligno y sus sirvientes, durante "mil doscientos sesenta días" (Apocalipsis 11:3) - hasta que su testimonio sea completo, y "la bestia que sube del abismo" (Apocalipsis 11:7) les quitará la vida.
Después de un breve y simbólico período, Dios resucitará a los dos, y los llevará al Cielo - y los que vean esto temblarán, y alabarán a Dios (Apocalipsis 11:11-13).

Este acontecimiento es la señal, para la gente sobre la Tierra, de que el poder de sus malvados gobernantes acabará.

Si la Tribulación no fuese acortada por un acto de la Misericordia de Dios, ninguno sobreviviría.
  1. Si aquellos días no fuesen acortados por Dios "por razón de los elegidos", "nadie se salvaría" (Mateo 24:21-22; Marcos 13:18-20).  Pero, como un acto de misericordia de Dios para los elegidos, la duración de las peores pruebas será acortada.
El Día del Señor vendrá de repente, tomando por sorpresa a los infieles.
  1. El Día del Señor (que puede significar tanto la gran tribulación que precede al Regreso de Cristo como el Regreso de Cristo) vendrá de repente, por sorpresa para los que no tienen fe y no han estado vigilantes. (Mateo 24:37-41; Lucas 21:34; 1 Tesalonicenses 5:1-3; Apocalipsis 16:15).  Nadie podrá escapar de la confusión de esos tiempos (Lucas 21:35; 1 Tesalonicenses 5:1-3).
El Día del Señor empezará en tiempos que parecerán "normales" para la gente, que estará "comiendo, bebiendo, tomando en matrimonio y dando en matrimonio", "comprando, vendiendo, plantando, edificando" - igual que hacía la gente al comenzar el Diluvio (Mateo 24:37-39), e igual que hacían cuando Sodoma fue destruida (Lucas 17:26-30).

Los fieles han de estar despiertos y vigilantes.
  1. Los fieles, que han sido avisados, deben estar despiertos, vigilantes y serenos para discernir los signos de los tiempos y esperar el Regreso de Cristo (Mateo 24:32-33; Mateo 24:42-44; Mateo 25:1-13; Marcos 13:29; Marcos 13:33-37; Lucas 12:35-40; Lucas 12:42-46; Lucas 21:28-31; Lucas 21:34-36; 1 Tesalonicenses 5:4-6).  Es porque nadie sabe "ni el día ni la hora" por lo que debemos "estar despiertos" ("velad", "estad prontos") (Mateo 24:44; Mateo 25:13).
Los que no creen y los malvados serán pillados por sorpresa y consternados cuando llegue Su Regreso; para ellos, el Día vendrá tan repentina y desastrosamente como un ladrón (Mateo 24:48-51; Lucas 21:34-35; Apocalipsis 3:3). En contraste, los fieles esperarán el Día, y lo verán como el cumplimiento de sus esperanzas.
  1. Los fieles han de armarse con las armas del Espíritu: fe, esperanza y caridad (1 Tesalonicenses 5:7-8).
No hay nada que indique, en ningún lugar del Nuevo Testamento, que los creyentes deben tomar armas físicas contra los poderes del mal, ni que deban reunirse y usar armas de ese tipo en defensa propia.
  1. En el tiempo del Apocalipsis, cuando los fieles están avisados, deben actuar rápidamente en obediencia a Dios (Mateo 24:16-20; Marcos 13:14-18; Lucas 17:31-32; Lucas 21:21). No deben echar la vista atrás hacia sus posesiones terrenales, ni preocuparse indebidamente por su vida; "El que procurare conservar su vida, la perderá; y el que la pierda, la hallará" (Lucas 17:33).
  1. Cuando Cristo vuelva otra vez, "aparecerá, sin pecado, a los que le están esperando para salvación" (Hebreos 9:28).  "El que perseverare hasta el fin, ése será salvo" (Mateo 24:13; Marcos 13:13; Lucas 21:17-19; Lucas 21:36).
Los fieles serán perseguidos, pero estarán apoyados por Dios durante la persecución.
  1. Dios mantendrá a Sus fieles "conservados sin mancha" para Su llegada; Él los ha llamado y no les fallará (1 Tesalonicenses 5:23-24; Apocalipsis 3:10; Apocalipsis 7:3; Apocalipsis 12:6; Apocalipsis 12:13-16).  Sin embargo, temporalmente, los malvados podrán "hacer guerra a los santos y vencerlos" (Apocalipsis 12:17; Apocalipsis 13:7).  Los fieles serán "odiados de todos los pueblos por causa" del Nombre de Cristo (Mateo 24:9; Marcos 13:13; Lucas 21:17).
Las Escrituras prometen a los fieles de estos tiempos seguridad espiritual y ser preservados espiritualmente, no inmunidad contra la persecución ni, en algunos casos, contra el daño físico.
  1. La Tribulación pone a prueba, entrena y purifica a los fieles, a quienes Dios somete a disciplina como hijos (Proverbios 13:24; 2 Corintios 4:17; Hebreos 12:5-13; 1Pedro 1:6-7, 1Pedro 4:12-19; Apocalipsis 3:19).  El tiempo del sufrimiento será breve (1 Pedro 5:10-11).  Los fieles que perseveren hasta el fin serán apoyados por Dios y serán salvados (Mateo 10:22; Lucas 21:19).
La gran tribulación será breve, y los fieles recibirán un aviso suficiente de ella.
  1. El tiempo de la gran tribulación será breve; una vez que los acontecimientos del Día del Señor comiencen, se desarrollarán rápidamente (Mateo 24:32-34; Marcos 13:28-30; Lucas 21:32).
  1. El tiempo exacto, "el día y la hora", del Día del Señor y del Regreso de Cristo, eran entonces (en la época del ministerio de Jesús) sólamente conocidas por el Padre (Mateo 24:36; Marcos 13:32; Hechos 1:6-7).
Los seguidores de Cristo recibirán un aviso suficiente para ser capaces de esperar el Regreso con fe y esperanza. Igual que Noé y Lot fueron avisados con tiempo suficiente para escapar de la destrucción, los fieles también serán avisados.

Cristo dijo "no pasará la generación ésta hasta que todo esto suceda" (Mateo 24:34). Mateo 24 y los pasajes similares de otros Evangelios se refieren en parte a la caída de Jerusalén y del Templo - que efectivamente ocurrió en 40 años, una generación bíblica, desde la profecía de Jesús. Pero estos mismos pasajes también se refieren al fin de la era - y en este contexto, indican que los acontecimientos finales de la era, una vez iniciados, se dirigirán rápidamente hacia su conclusión: en una generación o menos.

En este tiempo abundarán falsos maestros y pocos conservarán la Fe.
  1. Falsos instructores de sabiduría abundarán al final de la era, y la humanidad se volverá cada vez más inmoral (1Timoteo 4:1; 2Timoteo 3:1-5; 2Timoteo 4:3-4).  La Fe será escasa en el tiempo del regreso de Cristo (Lucas 18:8); la apostasía abundará (Mateo 24:10); la caridad se habrá enfriado (Mateo 24:12).
Una de las falsas enseñanzas de los últimos tiempos será el rechazo y la burla de la promesa del regreso de Cristo, debido a la demora de Su Aparición (2 Pedro 3:3-4).
  1. Habrá falsos mesías, que dirán "Yo soy el Cristo" y que "a muchos engañarán" (Mateo 24:4-5; Mateo 24:11; Marcos 13:5-6; Lucas 21:8).  Los seguidores de estos "falsos cristos y falsos profetas" reclutarán seguidores, y algunos de los falsos maestros podrían incluso hacer "cosas estupendas y prodigios, hasta el punto de desviar, si fuera posible, aún a los elegidos" (Mateo 24:23-26; Marcos 13:21-23; Lucas 17:23).
  1. El "dragón de color de fuego" habrá "arrastrado la tercera parte de las estrellas del cielo" y las habrá "arrojado a la tierra" (Apocalipsis 12:4) - un símbolo de los jerarcas cayendo en alianza con satanás, igual que Lucifer arrastró a muchos ángeles rebeldes en su propia caída.
El Juicio empezará con la purificación de la Iglesia.
  1. Los que enseñan la fe serán juzgados más estrictamente que otros en la Iglesia (Santiago 3:1). El Juicio empezará "por la casa de Dios" (1 Pedro 4:17), e incluirá a los líderes religiosos del momento (Sofonías 1:4-7; Sofonías 3:1-8; Malaquías 3:2-3; Mateo 3:7-10).  Por lo tanto, parece que la primera de las Tribulaciones golpeará a la Iglesia - y a sus jerarcas y ministros.  Contrariamente a la teología del "arrebatamiento anterior a la Tribulación" (Left Behind / Rapture), el pueblo de Dios también será juzgado (Romanos 11:21-23).
Habrá una persona que será el Anticristo, y que saldrá de dentro de la Iglesia.
  1. El Anticristo llegará - y será una persona, no un sistema ni una ideología.  Unos anticristos menores (que obraban igual que el Anticristo) ya vinieron en la época de Juan; "de entre nosotros han salido" - es decir, de dentro de la Iglesia (1 Juan 2:18-19).
  1. Por analogía, lo mismo se aplica al Anticristo: saldrá de dentro de la Iglesia.  El Anticristo niega que Jesús es el Cristo (1Juan 2:22; 1Juan 4:2-3; 2Juan 7) mediante sus acciones más que por sus aparentemente tranquilizadoras palabras.  Preparará el camino al Falso Cristo, en vez de al verdadero Cristo.
El "hombre de iniquidad" (el Falso Cristo) se entronizará a sí mismo en el santuario de Dios y dirá que él es Dios.
  1. El camino del Adversario está siendo preparado ahora en secreto; cuando "el que ahora (lo) detiene" sea quitado de en medio, el "misterio de la iniquidad" aparecerá abiertamente (2 Tesalonicenses 2:6-7).
  1. Antes del Regreso de Cristo "debe venir la apostasía y hacerse manifiesto el hombre de iniquidad" (2 Tesalonicenses 2:3).  El Adversario, el Falso Cristo, vendrá "en su propio nombre", se entronizará a sí mismo en el santuario de Dios, "ostentándose como si fuera Dios" (Mateo 24:15; Marcos 13:14; Juan 5:43; 2 Tesalonicenses 2:4).  Esto es la culminación de la "abominación de la desolación".  El Falso Cristo negará que Jesús es el Cristo, y se proclamará a sí mismo como Dios y Cristo que ha regresado a la tierra (1 Juan 2:22-23).
  1. El Falso Cristo trabajará (en la medida en que lo permita Dios) "con todo poder y señales y prodigios de mentira" para engañar a "los que han de perderse en retribución de no haber aceptado para su salvación el amor de la verdad" (2 Tesalonicenses 2:9-12).
Satanás vendrá disfrazado como un "ángel de luz" y sus ministros se disfrazarán "de ministros de justicia" (2 Corintios 11:14-15).  "Porque tales son falsos apóstoles, obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles de Cristo" (2 Corintios 11:13).
  1. A primera vista, los precursores y sirvientes del Falso Cristo no parecerán malvados (Mateo 7:15).  Parecerán ser píos y devotos, estrictos y ortodoxos - pero la realidad será de otra manera. [3] Su fruto ha sido - y será - malvado, y Cristo no los aceptará ni aceptará tampoco sus obras que dirán haber hecho en Su Nombre (Mateo 7:16-23).
Al final de la Tribulación, Dios destruirá el malvado régimen político/religioso/económico que habrá gobernado - y corrompido a - el mundo.
  1. Justo antes del fin de estos tiempos, un malvado régimen político/religioso/económico tendrá autoridad sobre el mundo entero (Apocalipsis 13:1-18; Apocalipsis 17:1-18:3).  El gobernante de este sistema será adorado por "aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la creación del mundo" (Apocalipsis 17:8).
  1. Dios destruirá de repente este régimen (Sofonías 1:8-13; Apocalipsis 18:4-19:4), que está representado simbólicamente por Sodoma, Egipto, Jerusalén - "el lugar donde el Señor de ellos fue crucificado" (Apocalipsis 11:8) - y Roma - que ha perseguido a los santos.  La destrucción llegará "en un solo día" (Apocalipsis 18:8), y será total y permanente (Apocalipsis 18:21; Apocalipsis 19:3).
Después de que el número preestablecido de gentiles haya sido convertido, un resto de los judíos reconocerá a Cristo como el Mesías.
  1. Antes de la primera resurrección de los muertos, un resto fiel de los judíos creerá en Cristo y Le seguirán (Romanos 11:15; Romanos 11:25-32).  Esto sucederá después de que el número predeterminado de los gentiles haya creído en Cristo.
Por el contrario, el Falso Cristo no atraerá a los judíos hacia sí; sino que, si llega a haber suficiente tiempo, los perseguirá.  Éste odia a los judíos, porque en su origen eran el Pueblo Escogido, y los primeros herederos de la Promesa.

Justo antes de la venida de Cristo, habrá estremecedores prodigios y señales en los cielos y sobre la tierra
  1. Inmediatamente antes de la venida de Cristo, habrá señales en el cielo y sobre la tierra, durante los cuales "El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre" (Hechos 2:19-20, referido a Joel 3:4-5).  Esto sucederá hacia el final de la Tribulación (Mateo 24:29, Marcos 13:24-25, Lucas 21:25-26, Apocalipsis 6:12-14; Apocalipsis 8:12).
Entonces, "la señal del Hijo del Hombre" aparecerá en los cielos, y todos la verán.
  1. Inmediatamente antes de estos acontecimientos cósmicos, "aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre" (Mateo 24:30), y todas las gentes de la tierra se lamentarán al ver al que traspasaron. "Le verán todos los ojos, y aun los que le traspasaron; y harán luto por Él todas las tribus de la tierra" (Apocalipsis 1:7).
El Hijo del Hombre vendrá "sobre las nubes del cielo" con Sus ángeles.
  1. Todos "verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gloria grande" (Daniel 7:13; Mateo 24:30; Mateo 26:63-64; Marcos 13:26; Marcos 14:61-62; Lucas 9:26; Lucas 17:24; Lucas 21:27; Lucas 22:69-70; Apocalipsis 1:7; Apocalipsis 19:11-16), "con sus ángeles" (Zacarías 14:5; Mateo 16:27; Juan 1:51; 2 Tesalonicenses 1:7-10).
Cristo, durante la predicación en la semana anterior a su Pasión, describió a sus discípulos cómo habrá de ser su Regreso. Contó lo mismo al Sanedrín en la noche en que fue arrestado y juzgado por Su vida.  Fue esa declaración la que llevó a la impía asamblea a declararlo culpable de blasfemia.
  1. Cristo fue elevado a una nube (Hechos 1:9), y los ángeles dijeron a los discípulos reunidos que lo presenciaban que "Este Jesús que de en medio de vosotros ha sido recogido en el cielo, vendrá de la misma manera que lo habéis visto ir al cielo" (Hechos 1:10-11).
  1. Cuando Cristo regrese, será repentinamente y manifestándose al mismo tiempo a todos los habitantes de la tierra (Mateo 24:27-28; Lucas 17:37).
Al regreso de Cristo, todas las cosas creadas del cielo y de la tierra serán sacudidas y cambiadas (Hebreos 12:16-27).

Él será visto por creyentes y no creyentes por igual.  Los fieles se alegrarán, y los infieles se lamentarán.  No habrá necesidad de cámaras de televisión, ni agentes de relaciones públicas, ni un "nuevo movimiento eclesiástico", ni una nueva orden religiosa portando el símbolo de la cruz, ni una tecnología terrestre, ni un movimiento político, ni una organización eclesiástica para hacer saber a todos su Regreso.  Cristo no será proclamado desde el Vaticano por la persona que dice ser su vicario en la tierra.  Ni tampoco se anunciará Él a sí mismo en una reconstrucción del Templo de Jerusalén, ni en ningún otro santuario o lugar santo hecho por mano del hombre.

Por el contrario, el Falso Cristo habrá surgido de la tierra para retar al verdadero Cristo.  De antemano, el Impostor puede intentar falsificar su venida "sobre las nubes" con un engañoso milagro, o puede explicar - como decía la teosofista Alice Bailey al describir la llegada del "Maestro Mundial" - que "venir sobre las nubes" es solamente una forma de describir lo que, para el Siglo XX, es un vuelo en avión (Alice Bailey, The Externalization of the Hierarchy, pp. 576-577).

Cristo enviará a Sus ángeles a reunir a todos Sus elegidos, vivos y difuntos, de dondequiera que estén.
  1. Cristo enviará a sus ángeles para, al sonido de la trompeta, juntar "a Sus elegidos de los cuatro vientos, de una extremidad del cielo hasta la otra" (Mateo 24:31; Marcos 13:27).
Cuando Cristo regrese los fieles difuntos serán resucitados.
  1. A la vuelta de Cristo, los fieles difuntos, los que Le pertenecen, serán resucitados (Romanos 8:11; 1Corintios 6:14, 1Corintios 15:21-23).  Esta es la "primera resurrección" (Apocalipsis 20:5).
  1. Los fieles difuntos serán resucitados incorruptibles, en gloria, en poder, en cuerpo espiritual (Daniel 12:3; 1Corintios 15:42-44).  Su "peso de gloria" será eterno (2 Corintios 4:17-18) y heredarán "un edificio, casa no hecha de manos, eterna en los cielos" (2 Corintios 5:1-4).  Los fieles - los que habrán resucitado de entre los muertos y los que estarán vivos en el momento de Su Regreso - estarán "siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:17), serán recompensados (Apocalipsis 11:18) y verán a Dios "tal como es" (1 Juan 3:2).
Por el contrario, podrá parecer que el Falso Cristo resucita (a unos pocos) muertos, pero esas obras serán falsificaciones de poca duración. El Destructor, aunque pueda hacer obras inexplicables para la razón humana, las hará con propósito de engañar y de causar daño. Los "frutos" de sus portentos serán malignos o, como mínimo, perecederos.

Inmediatamente después de la resurrección de los muertos, los fieles que estén vivos serán transfigurados.  Los fieles, tanto los vivos como los muertos resucitados, serán llevados al cielo al encuentro con Cristo.
  1. Inmediatamente después de la resurrección de los muertos, los que estén vivos en el momento del Regreso de Cristo serán transformados "en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final" (1Corintios 15:51-53; 1Tesalonicenses 4:15-18).  Esta trompeta será la misma por la que "el mismo Señor, dada la señal, descenderá del cielo, a la voz del arcángel y al son de la trompeta de Dios" (1 Tesalonicenses 4:16).
  1. Los elegidos por Cristo que estén vivos cuando él regrese serán llevados, de repente, de entres sus familiares, vecinos y compañeros de trabajo (Mateo 24:37-41; Lucas 17:34-35).  Este es el momento en que los malvados serán dejados - no antes del comienzo de la Tribulación, sino a su fin.  Están equivocados los autores de libros que hablan de un "arrebatamiento anterior a la Tribulación"; al contrario de lo que afirman esos autores, los cristianos también pasarán a través de la Tribulación.
  1. Los vivos, igual que los fieles que hayan muerto previamente, recibirán un cuerpo imperecedero e inmortal (Filipenses 3:20-21).  Los vivos, igual que los muertos (para entonces ya resucitados), serán "arrebatados juntamente con ellos en nubes hacia el aire al encuentro del Señor" (1 Tesalonicenses 4:16-17).
Habrá gente con vida en el momento del Regreso de Cristo; la raza humana no se extinguirá por los acontecimientos de la Tribulación.
  1. Las Escrituras (en particular, Mateo 24:13; Mateo 24:39-41; Mateo 28:20; Marcos 13:13; Lucas 18:8; Lucas 21:17-19; Lucas 21:36; 1 Corintios 15:51; 1 Tesalonicenses 4:15; 1 Tesalonicenses 4:17) manifiestan que habrá gente viva en la Tierra cuando Cristo regrese.  No habrá un acontecimiento de "total extinción" antes del Regreso, sin importar lo inmensos que sean los desastres de la Gran Tribulación.
Sin embargo, pocos de los vivos en el momento del Regreso de Cristo habrán conservado la Fe.
  1. Pocos de los vivos en el momento del Regreso de Cristo habrán conservado la Fe (Lucas 18:8).
El regreso de Cristo del Cielo a la Tierra significará inmediatamente el arrebatamiento de los fieles.
  1. El regreso de Cristo, su descenso del Cielo, señalado por "el son de la trompeta de Dios", sucederá en el mismo acto que la resurrección de los muertos y el arrebatamiento de los vivos (1 Tesalonicenses 4:16-17).
A su regreso, Cristo dará muerte al Falso Cristo y acabará con Sus otros enemigos.
  1. En su regreso, Cristo dará muerte al Falso Cristo "con el aliento de sus labios" y lo "destruirá con la manifestación de su Parusía" (Isaías 11:4; 2Tesalonicenses 2:8; Apocalipsis 19:15).
  1. "Y la bestia fue presa, y con ella ella el falso profeta, que delante de ella había hecho prodigios ... Estos dos fueron arrojados vivos al lago del fuego encendido con azufre" (Apocalipsis 19:20).
Cristo destruirá al Falso Cristo y arrojará a estos dos cabecillas suyos al "lago del fuego". Estos son los mismos que el Falso Cristo había alzado para que el mundo entero les rindiese honor.
  1. Cristo dará muerte a Sus otros enemigos (Isaías 11:4-5; Isaías 61:2; Sofonías 2:4-15; Zacarías 14:3; Zacarías 14:12-14; Malaquías 3:18-19; Apocalipsis 19:17-21).
  1. Cristo reinará (simbólicamente) por mil años (Apocalipsis 20:2,6) "con cetro de hierro" (Salmos 2:8-9; Salmos 110:5-6; Zacarías 14:16-19), aplicando justicia e integridad, y juzgando en defensa de los oprimidos (Malaquías 3:4-5).
El Reino de Cristo empezará con un banquete de bodas.
  1. El Reino de Cristo empezará con un banquete que Cristo ofrecerá a Sus seguidores (Mateo 26:29; Marcos 14:25; Lucas 12:36-39; Lucas 22:16; Lucas 22:18; Apocalipsis 19:6-9).
El servicio humilde y basado en el amor - no el poder político - es la vía de la grandeza en el Reino de Cristo.
  1. La vía de la grandeza en el Reino es a través de un servicio humilde, fiel y lleno de amor, no a través de la dominación ni la manipulación (Mateo 20:25-28; Mateo 23:8-12; Mateo 24:45-51; Marcos 9:33-35; Marcos 10:42-45; Lucas 22:24-27).
Los fieles ayudarán en el gobierno del Reino, juzgando las naciones y haciendo de sacerdotes, ofreciendo un "sacrificio de alabanza" a Dios.
  1. Los fieles harán de sacerdotes y reyes bajo Cristo (Apocalipsis 1:6); tendrán "poder sobre las naciones" (Apocalipsis 2:26; Apocalipsis 5:9-10; Apocalipsis 20:4-6), y ofrecerán a Dios un sacrificio de alabanza.
En el Reino, los fieles recibirán de Dios bendiciones eternas.
  1. A "los vencedores" (Apocalipsis 2:7) Cristo les dedica estas bendiciones:
Cuando llegue Cristo, someterá a Sus enemigos, destruirá a la muerte, y devolverá Su Reino al Padre.
  1. Cuando llegue Cristo, someterá a todos Sus enemigos y destruirá a la muerte, el último enemigo. Y entonces devolverá Su reino a Dios Padre. (Salmos 2:8-12; Salmos 89:26-29; Salmos 110:1; Salmos 110:5-7; Isaías 45:23-25; Daniel 2:34-35; Daniel 2:44-45; 1 Corintios 15:24-28; 1 Corintios 15:54-55).
  1. El Reinado de Cristo "no tendrá fin" (Lucas 1:33; Hebreos 1:8).  Como Rey de reyes, reinará en una época de salud y paz, de abundancia y rectitud, justicia y fidelidad al verdadero Dios vivo (Salmos 45:6; Isaías 9:5-7; Isaías 61:1-4; Isaías 65:19-25; Ezequiel 11:18-20; Daniel 7:13-14; Ezequiel 34:25-31; Ezequiel 37:24-28; Sofonías 3:9-20; Malaquías 3:11-12; Malaquías 3:20).  La naturaleza será sanada y regenerada (Isaías 11:6-9; Zacarías 14:6-9).
  1. La creación será renovada (Apocalipsis 21:5), y la naturaleza sanada de las heridas infligidas por el pecado y el mal (Romanos 8:19-23). Habrá "un cielo nuevo y una tierra nueva" tal como los creyentes están esperando (Isaías 65:17; Isaías 66:22; 2Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1), "la restauración de todas las cosas" (Hechos 3:21).
  1. La nueva Jerusalén (Isaías 65:18) "descenderá del cielo" (Apocalipsis 21:2; Apocalipsis 21:10-26). El río de la vida discurrirá a través de la ciudad, con los árboles de vida a sus costados. La nueva ciudad no tendrá templo "porque su templo es el Señor Dios Todopoderoso, así­ como el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la alumbren, pues la gloria de Dios le dió su luz, y su lumbrera es el Cordero" (Apocalipsis 21:22-23).
Durante los "mil años" del reino de Cristo en la Tierra, satanás será atado y confinado al Abismo, hasta que sea soltado "por un corto tiempo" justo antes del fin del mundo.
  1. Cristo reinará en la tierra durante un largo tiempo - simbólicamente, "mil años" (Apocalipsis 20:2; Apocalipsis 20:6).
  1. Al fin de la era del Milenio [4], satanás será  "será soltado de su prisión, y se irá a seducir a los pueblos que están en los cuatro ángulos de la tierra" (Apocalipsis 20:7-8).  Sus ejércitos serán enormes, y rodearán "el campo de los santos", pero bajará "fuego del cielo (de parte de Dios)" y "los devorará".  Entonces satanás será "precipitado en el lago de fuego y azufre, donde están también la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos." (Apocalipsis 20:9-10).
Después de la destrucción final de satanás, habrá una resurrección universal de los muertos.  Cristo juzgará a todos, vivos y muertos.
  1. Cristo juzgará a vivos y muertos, de acuerdo con sus obras (Ezequiel 11:21; Mateo 12:36-37; Mateo 13:39-43; Mateo 13:47-50; Mateo 25:31-46; Marcos 10:29-30; Marcos 16:16; Juan 5:28-30; Romanos 2:6-11; 2 Corintios 5:10; Apocalipsis 2:23; Apocalipsis 20:11-15).
  1. Todos serán juzgados - los vivos, los fieles difuntos y los difuntos impenitentes.
  1. En este juicio final y universal serán revelados todos los secretos (Romanos 2:16, 1Corintios 4:5).  Las obras de cada uno serán puestas a prueba por el fuego, para revelar su virtud y solidez o la falta de ellas (1Corintios 3:11-15; 2Tesalonicenses 1:8-10; 1Pedro 1:7).
Los justos estarán con Cristo para siempre en el Cielo y los malvados irán para siempre al Infierno.
  1. Los justos estarán con Cristo para siempre, y los malvados serán enviados al fuego del Infierno (Isaías 66:24; Daniel 12:2; Mateo 3:12; Mateo 13:30; Mateo 13:49-50; Mateo 25:29-30; Mateo 25:31-46; Lucas 3:17; Juan 14:3; Juan 15:6).

  2. El Infierno no está vació. "Muchos" irán allí (Mateo 7:13-14; Mateo 22:14), y entre ellos está Judas Iscariote, el traidor de Cristo (Mateo 26:23-25; Marcos 14:21; Lucas 22:21-22; Juan 6:70-71; Juan17:12). Ésta será "la segunda muerte: el lago de fuego" (Apocalipsis 20:15).


NOTAS

[0] Citas Bíblicas (señaladas en itálica y letra verde) de: La Santa Biblia, traducción de Mons. Dr. Juan Straubinger, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Müenster, Alemania. Nihil Obstat e Imprimatur - 12 de Mayo de 1969 por Excmo. Sr. Fr. Felipe de Jesús Cueto, O.F.M., Obispo de Tlalnepantla, México.

Ver documento "Interpretación bíblica, ¿debe ser literal o simbólica?" - Parte I  y  Parte II - para una mejor comprensión de las diferencias entre las diversas traducciones bíblicas incluso dentro de la misma Fe.

[1] Cristo tendrá que regresar precisamente porque ha sido el hombre quien ha desatado toda esa miseria sobre sí misma, y si Él no interviene la Humanidad se aniquilaría a sí misma.

[2] Algunos creen que el Arca de la Alianza, el artefacto sagrado que fue visto por última vez en el Templo antes del exilio a Babilonia, será encontrado durante los Tiempos del Fin.  (La Iglesia Ortodoxa de Etiopía dice que tiene el Arca en una iglesia en Axum, Etiopía)  Pero cuando San Juan recibió una visión de la Tribulación y del juicio en la tierra, vio "abierto el Templo de Dios, el que está en el cielo, y fué vista en su Templo el arca de su Alianza" (Apocalipsis 11:19).  Según la visión de San Juan, el Arca está en el Templo del Cielo ahora - y, tal como lo entienden los católicos y los ortodoxos orientales, la verdadera Arca es la Virgen María, la Madre de Dios.  Si un artefacto físico es hecho aparecer y le es mostrado al mundo con gran fanfarria, su hallazgo podría ser uno de los malvados "señales y prodigios" del Impostor (2 Tesalonicenses 2:9).

[3] Los puntos anteriores indican que en el período anterior al Regreso de Cristo no habrá una utopía social ni la restauración de la "Cristiandad".  El profeta Daniel avisó de que antes de el fin de estos tiempos, "los malos seguirán haciendo el mal" (Daniel 12:10).

En particular, y contrariamente a lo que dicen algunos autores católicos que citan a ciertos santos medievales y modernos visionarios, no hay nada en las Escrituras que hable de "el Santo Papa" ni de "el Gran Monarca" que vayan a establecer y guiar un régimen benévolo, global y orientado por la Iglesia.  Será Dios quien purificará y renovará a Su Iglesia (Malaquías 3:2-3), no una nueva Inquisición, ni unos renacidos Caballeros Templarios, ni un "enérgico" Papa al estilo de San Pío X.  Solo Cristo mismo traerá la era de "un solo rebaño y un solo pastor" (Juan 10:16).

[4]
Nótese que lo que conlleva el nombre de "Milenarismo" -  entendido como "la falsificación del Reino futuro bajo el nombre de Milenarismo" - es algo muy distinto de los auténticos mil años de los que habla el Libro del Apocalipsis 20:1-10.

De lo que el Catecismo Católico Romano está avisando a los fieles es de la "falsificación del Reino", es decir, cuando el Falso Cristo, sobre quien hemos escrito y avisado a los fieles, intentará convencer al mundo para que colabore con él para forzar, por medios propios y no por la intervención Divina, la instauración de los verdaderos mil años de paz y prosperidad. Esta "falsificación del Reino" sería la "forma política de un mesianismo secularizado, 'intrínsicamente perverso' " referida en el Párrafo 676 del Catecismo, es decir, el intento de establecer un "nuevo orden mundial" sobre el que advertimos continua e insistentemente.



Publicado en Inglés en la Semana de Pascua de 2007
Actualizado el 22 de Agosto de 2013 - Reinado de María
Publicado en Castellano el 24 de Agosto de 2013 - San Bartolomé (Apóstol) y Nuestra Señora de la Salud de los Enfermos

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