INTRODUCCIÓN

A pesar de que el tan conocido San Agustín, después de mucho trabajo, escribió quince libros (1) intentando explicar el Misterio de la Santísima Trinidad, no pudo porque Dios ha preferido revelarlo al fin del siglo 20 cuando llegamos al Fin de Estos Tiempos.

La respuesta a la milenaria cuestión —“¿Cómo puede haber un solo Dios y a la vez Tres Personas”— empezará a tomar forma en la mente de quienes participen en este regalo del Cielo.

La falta de comprensión del Concepto de la Trinidad ha sido una gran piedra de tropiezo entre el Cristianismo y el Islam, y también entre algunas Iglesias Cristianas; produciendo un inmenso sufrimiento mientras los distintos bandos luchaban entre sí durante siglos en defensa de lo que pensaban que era la “Verdad”.

No existen palabras ni expresiones en nuestro mundo capaces de describir completamente una realidad que trasciende al Universo Creado. Es por ello que utilizaremos paralelismos y comparaciones como un medio para contestar a esta cuestión milenaria.


EL CONCEPTO SUBYACENTE

La mejor manera de enfocar, en pocas palabras, el concepto que ha sido un misterio a través de los siglos es con la pregunta: “¿Cómo es posible que haya un solo Dios pero a la vez sean tres Personas Divinas y distintas?” Veamos...

Igual que el agua es una sola substancia que se manifiesta de tres maneras distintas (tres estados físicos), la esencia de Dios es Única —hay un solo Dios— pero se manifiesta en Tres Personas Divinas distintas.

Aunque, obviamente, la esencia o naturaleza de Dios no es un “compuesto o substancia química”, expresamos la situación con un paralelismo diciendo que hay una única “Substancia” Divina [un solo Dios] pero Tres Manifestaciones [Personas] distintas. (2)


EXPLICACIÓN

+++ Una Única Substancia


+++ Tres Manifestaciones


+++ El Paralelismo



COMENTARIOS ADICIONALES

Lo Divino siempre se refleja en el mundo físico. Por lo tanto, el concepto de la Trinidad se manifiesta en los tres estados físicos: Sólido, Líquido y Gaseoso.

El hombre tiene dos de los componentes de las manifestaciones del Dios Trinitario – cuerpo (estado sólido) (Jesús) y alma (estado gaseoso) (Espíritu Santo). El hombre fue creado a imagen espiritual de Dios, pero la plenitud del ser humano sólo es alcanzada cuando vuelve al Padre y se une a Él, sin asumir la Naturaleza Divina.

El hombre fue hecho “a imagen de Dios”. Una “imagen” de un espejo o de una proyección nunca puede ser tan perfecta como el “Original”. Sin embargo, cuanto más perfecto es el espejo o la proyección, más fielmente reflejará la “Imagen” al “Original”.

El recordatorio “... sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto...” nos llama a ser espejos, perfeccionados en la mejor medida posible, para que Su “Imagen”, reflejada en nosotros, sea lo más perfecta posible. Pero siempre debemos tener presente que una “Imagen” siempre será una “Imagen”, sin importar lo perfecta que sea, porque... “¿Quién se puede comparar a Dios?”

Cuando nuestro Señor Jesucristo dijo que verle a Él era como ver al Padre, eso es exactamente lo que quería decir. Jesús no es una “Imagen” de Dios; Él es la manifestación de Dios, y por lo tanto no es diferente en substancia al Padre porque... de hecho, ¡Él es Dios!








In English: The Most Holy Trinity - Illumination of the Secret Concept

Em Português: A Santíssima Trindade - O Conceito de Segredo

Publicado originalmente solamente para distribución eclesiástica mundial el 15 de Junio de 1995. Nazaré, Portugal. • Términos usados clarificados el 9 de Mayo de 2014.