La
Casa de la Virgen María en Éfeso
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HUIDA DE JERUSALÉN Y LLEGADA A
ÉFESO (1)(2)
En la primera mitad del siglo I, los primeros cristianos estaban
sufriendo una dura persecución en Jerusalén y su situación empeoraba
por momentos. La persecución se inició en 36 d.C. con la muerte por
lapidación de San Esteban, diácono de los Apóstoles. A ésta le
siguieron otros sucesos. Agripa I (Herodes), quien se autoproclamó rey
en 41 d.C., mandó ejecutar a Santiago, hermano de San Juan, y
encarcelar a San Pedro, con el fin de aumentar el favor de sus
seguidores. Estos hechos produjeron una gran perturbación entre los
cristianos, los cuales empezaron a dispersarse por Judea y Samaria.
Ya desde la cruz en Gólgota, Jesús se había dirigido a su Madre y a San
Juan, que le acompañaban en esos momentos, para encomendarles el uno al
otro, diciéndole a su madre “Mujer,
he ahí a tu hijo” y a San Juan “He
ahí a tu madre”. Según la Biblia, después de esto San Juan
acogió a la
madre de Jesús en su casa para protegerla.
Poco tiempo después, los doce discípulos de Jesús que habían sido los
primeros en creer en Él marcharon a diferentes países para divulgar el
Cristianismo e iluminar a los pueblos. La zona de trabajo de San Juan
fue la provincia asiática de Anatolia (actual Turquía). Allí pretendía
San Juan ponerse a salvo del peligro, al tiempo que extendía el
Cristianismo hacia Occidente, hacia el mundo romano, por las
bulliciosas ciudades de Anatolia Occidental, de entre las cuales Éfeso
era la más importante.
Las Actas del Concilio Ecuménico de 431 dan fe de que San Juan y la
Virgen María se alojaron durante un breve tiempo en un viejo edificio,
una parte del cual se encuentra hoy debajo de la Basílica del Concilio
(originalmente llamada “Iglesia de la Virgen María”).
El Cristianismo se extendió más allá de los límites de Éfeso. En
varias ciudades de Anatolia, se fundaron otros lugares de culto, que
más tarde se llamarían las “Siete Iglesias de Asia Menor”, con centro
en Éfeso.
Considerando el hecho de que San Juan se quedó en Éfeso hasta su muerte
y que recibió el sobrenombre de “el Apóstol de Asia”, se puede entender
mejor tanto su importancia en Éfeso de Asia (Región Egea de Anatolia,
según la terminología romana de la época, que corresponde a la actual
Turquía), como
el último deseo de Jesús, y en consecuencia el hecho de que la Virgen
María se quedara con él.
El historiador Eusebio afirma que San Juan, con certeza, se había
trasladado a Asia Menor en ese período y que prosiguió allí su
actividad.
Sabemos que San Juan escribió su Evangelio para los Efesios y que éste
abarca los problemas de los cristianos efesios, tanto las preguntas que
éstos le hicieron, como sus respuestas a esas preguntas. Tan sólo
menciona vagamente la llegada de la Virgen María a Éfeso. A pesar de
las muchas investigaciones llevadas a cabo hasta la actualidad, no ha
sido posible sacar a la luz los detalles referentes a la vida de
la Virgen María.
San Jerónimo (347-419), que escribió sobre la geografía del Jerusalén
del s. IV, no hace alusión a ningún sepulcro de la Virgen María ni
tampoco a ningún monumento funerario adyacente a éste en Jerusalén o en
sus cercanías. Si hubiera existido tal sepultura, él, como historiador,
seguramente la habría mencionado.
En vida de San Jerónimo, la única iglesia consagrada a María estaba en
Éfeso.
En 431, el Tercer Concilio Ecuménico se reunió en Éfeso en la única
iglesia del mundo consagrada a la Virgen María. El propósito de la
celebración del concilio era proclamar de manera espectacular el título
de “Madre de Dios”, aplicado a María (3), lo cual fue criticado
por el
entonces arzobispo de Constantinopla, Nestorio.
LA IGLESIA
DE LA VIRGEN MARÍA Y EL CONCILIO
Constantino el Grande se convirtió al Cristianismo en 313 d.C. y lo
declaró religión oficial, trasladó la capital del imperio y con ello su
centro religioso a Bizancio (actual Estambul, Turquía).
Antes de Constantino, la Iglesia había carecido de un gobierno
centralizado que la dominara. Los obispos, elegidos por el pueblo en
los primeros años, habían ido adquiriendo progresivamente un poder
considerable en sus demarcaciones. Constantino, resuelto a contar con
el Cristianismo para el futuro del imperio, lo propagó por su
territorio.
Los conflictos religiosos y disgregación en grupos continuaron hasta el
mandato de Teodosio II (408-450), el cual, para resolver las disputas,
convocó el Tercer Concilio Ecuménico en Éfeso.
El Concilio se reunió en el edificio del s. II llamado actualmente
Basílica del Concilio, y allí estuvieron debatiendo alrededor de
doscientos dirigentes religiosos durante cerca de tres meses.
En las actas del encuentro se hizo constar que la Virgen María, a su
llegada a Éfeso, se había alojado durante algún tiempo en una casa, en
cuyo lugar se encontraba ahora dicha iglesia (edificio), que había
vivido sus últimos
días en Éfeso y que la iglesia estaba consagrada a Ella.
Las excavaciones y restauración del edificio prosiguen a día de hoy. Y
cada año, el 15 de agosto, día en que se cree que tuvo lugar la
Asunción, se celebran ceremonias religiosas en ese mismo edificio para
conmemorar el acontecimiento.
LA CASA DE
LA VIRGEN MARÍA
A la casa de la Virgen María se llega por la carretera que conduce
desde la Puerta de Magnesia hasta el Monte Solmiso (Aladag). Los
primeros restos en ser descubiertos fueron un aljibe redondo, que se
puede ver actualmente en un pequeño cuadrilátero a 100 metros de la
casa, y una pared arqueada en el lado que da a la colina. Los escalones
del lado oeste del aljibe están totalmente destruidos; sólo sigue en
pie lo que parece ser el resto de una balsa.
Al final de la carretera que continua desde el aljibe, hay una pequeña
iglesia abovedada con plano en forma de cruz. Este es el edificio que
se conoce como Casa de la Virgen María.
Lo que sirvió de pista a los científicos fue el descubrimiento de los
arqueólogos de que una parte de los cimientos de la capilla y unos
trozos de carbón hallados en las excavaciones eran del s. I.
El interior de la casa, decorado con varios detalles de un modo muy
cuidadoso, pero al mismo tiempo sencillo y modesto, parece concordar
con la personalidad de la Virgen María. Da la impresión de despertar en
el visitante un profundo sentimiento de paz. Saliendo de la casa, uno
se siente como encantando por la profundidad y belleza mística de la
naturaleza que se despliega ante los ojos.
La certeza de que San Juan realizó un largo viaje hasta Éfeso,
llevándose consigo a la Virgen María (ver Evangelio según San Juan),
durante el período de persecución en Jerusalén, junto con el
descubrimiento de la primera iglesia del mundo adscrita a la Virgen
María, cerca del teatro de Éfeso, tal y como fue restaurada en el s. V,
llevó al Papa Pablo VI a declarar la casa como lugar de peregrinación.
DESCUBRIMIENTO
DE LA CASA DE LA VIRGEN MARÍA
La creencia de que la Virgen María pasó sus últimos días en la Tierra
en una casa a las afueras de Éfeso llamó la atención de una monja
llamada Anna Katherina Emmerich, que vivió a finales del s. XVIII
(1774-1820). En los esfuerzos para encontrar la casa influyó
notablemente la detallada descripción que dio ella de la llegada de la
Virgen María
a Éfeso, de su vida y último hogar allí, así como de las
características de la ciudad, a pesar de que Emmerich nunca había
estado en Éfeso.
Emmerich vio en sus visiones a la Virgen María abandonando Jerusalén
con
San Juan, antes de que la persecución de los cristianos empeorase, y
también de su llegada a Éfeso. Asimismo, visionó que la casa
de Éfeso se hallaba en un monte cercano. Además contó que la casa de la
Virgen María, una construcción de piedra, fue levantada por San Juan,
que era de plano rectangular, con una pared trasera redondeada y que
tenía un ábside y un fogón. La habitación próxima al ábside fue su
dormitorio y por debajo de éste fluía un arroyo.
Un clérigo francés llamado Gouyet, que después de haber leído en 1880
el libro de C. Brentano “La Vida de la Virgen María”, con las
revelaciones de Anna Katherina Emmerich, intentó probarlas por medio de
sus escritos, pero no tuvo éxito. Gouyet entonces decidió desplazarse
hasta Éfeso y comprobar si la supuesta casa de la Virgen María
concordaba o no con la descripción del libro. Después de un viaje –para
su sorpresa, libre de complicaciones– Gouyet inspeccionó la casa, llegó
a la conclusión de que ésta había pertenecido a la Virgen María y a
después remitió un informe a las autoridades diocesanas de París e
incluso a Roma. Sin embargo, no recibió la atención esperada.
Unos diez años más tarde, el sacerdote lazarista H. Jung consideró que
podría ser interesante visitar la casa. Organizó un segundo equipo de
investigación con la colaboración de Eugene Poulin (4), también
sacerdote lazarista y director del Colegio Francés de Izmir (Esmirna).
El equipo, formado por dos sacerdotes y dos funcionarios católicos,
partió el 27 de junio de 1891. Contaron con la orientación de un guía
local, contratado en Seçuk, que conocía bien la zona, así como con el
testimonio de un sacerdote, que afirmaba haber explorado el área y
hallado ciertas pruebas en la zona de Degirmerdere.
La descripción expuesta en las revelaciones de Anna Katherina Emmerich
hacía mención a un edificio abandonado en la ladera de una montaña,
cerca de una fuente santa, así como a unas vistas a la antigua ciudad
de Éfeso y al mar. Hacia el mediodía del 29 de junio de 1891, el equipo
se encontró con un grupo de campesinos trabajando en un campo, en una
ladera más allá de la aldea de Kirkinca. No les quedaba agua y,
agotados por el calor y la fatiga, se la pidieron a los campesinos.
Oyendo de ellos que podrían encontrar agua en una fuente santa un poco
más adelante, alcanzaron el lugar descrito.
Cuando, después de satisfacer su sed y tomar un descanso, miraron a su
alrededor, quedaron atónitos. Habían descubierto un pequeño lugar de
oración, con el tejado caído y las paredes en ruinas, entre centenarios
plátanos [árboles] de sombra, junto a un manantial de agua cristalina.
Y en el
ábside se erigía una estatua de la Virgen María con las manos rotas. En
ningún otro lugar de la región se hallaba una escena que concordara tan
perfectamente con la descripción. Seguros de haber encontrado la
legendaria casa de la Virgen María, regresaron a Izmir (Esmirna).
El arzobispo de Izmir, Monseñor Timoni, mostró interés en el asunto, y
dio constancia de los hechos mediante un documento debidamente firmado
(Historia de Panaya Kapulu).
Roncalli, quien más tarde se convertiría en el Papa Juan XXIII, visitó
la iglesia de la Virgen María (La Basílica del Concilio) en Éfeso, pero
no pudo subir al Monte Solmiso (Aladag). El Papa Pablo VI visitó
también la casa el 26 de julio de 1967, rezó en su ábside y presentó
Ofrendas Sagradas (5).
Más adelante, el Papa Juan Pablo II asistió a este sagrado
lugar de peregrinación junto a una gran multitud internacional el 30 de
noviembre de 1979. Su participación en las ceremonias allí celebradas
atrajo la atención del mundo sobre Éfeso y sobre la Casa de la Virgen
María.
Este lugar de peregrinación, frecuentado por miles de turistas cada
año, mantiene su carácter sagrado tanto para musulmanes como para
cristianos. Creyentes en la Santidad de la Virgen María acuden allí
especialmente para rezar y beber del agua considerada bendita, a la vez
que formulan sus deseos en la mística y apacible atmósfera del Monte
Aladag.
Comentario
de The M+G+R Foundation
miguel de Portugal tuvo la gran bendición de visitar este Santísimo
lugar el viernes 1 de agosto de 2003. Aunque, por razones ajenas a su
voluntad, tan sólo pudo permanecer allí durante treinta minutos, parece
que Dios dispuso los “arreglos” necesarios para que miguel pudiera
ofrecer, de rodillas, los Misterios Gloriosos del Santo Rosario, sin
ser
interrumpido, en el ábside del edificio y ante la imagen antes
mencionada, y que providencialmente acabó justo a tiempo para el
Ángelus.
A pesar de haber visitado muchos santuarios Marianos, incluyendo el de
Jasna Góra (Guardián del icono de Nuestra Señora de Czestochowa) en
Polonia, y de haber vivido en el Santuario de Fátima, miguel siempre
recordará esta visita de treinta minutos del Santísimo lugar como los
minutos más especiales y sagrados de su vida.
NOTAS
(1) Fuente del texto:
Hitit Color, "Virgin Mary",
Estambul 2000 - ISBN 975-7487-473. Traducción en este artículo por The M+G+R Foundation. La imagen en
la cabecera procede de otra fuente.
(2) Los detalles no esenciales
para la Fe Católica, el tema central de la historia relatada y su
intención no han sido comprobados por medios independientes. Si alguno
de nuestros lectores observa una discrepancia o un error, le rogamos
que nos remita la información plenamente
respaldada y la añadiremos con mucho gusto a este escrito.
(3) El título de "Madre de Dios" aplicado a María
(4) El sacerdote Eugene Poulin
escribe en su revista "The Holy
Virgin’s House: The True Story of Its Discovery" ["La casa de la Santa Virgen: La verdadera
historia de su descubrimiento"] (ISBN 975-7305-28-6):
"El
Señor, que ve y organiza las cosas, había tenido el cuidado de poner
ante nosotros un alma enamorada de la belleza y del bien, dispuesta a
entregarse a todo lo bueno. Un alma grande, devota, ardiente, piadosa y
generosa; la noble hermana Marie de Mandat-Grancey. Ella era, Dios la
había elegido, [como una manifestación de] la Providencia en la tierra, como [también
fue la Providencia quien eligió a] la
Madre Santísima. Durante doce años ha sido encargada de esta valiente
empresa religiosa; nunca ha fallado".
"¡Oh! ¡Cuánta alegría me da darle
todo el respeto que merece! Además, ¡podrían estos escritos dar a
conocer a la posteridad, mucho después de nosotros, a aquella con quien
está en deuda Francia y la Iglesia Católica por [sus cuidados
en relación con] la Santísima! El
Señor me ha dado esta oportunidad de decir en voz alta lo que tenía en
mi corazón desde hace mucho tiempo, para saldar lo que consideraba una
grave deuda. Ya está hecho. Alabado sea Dios".
(5) "Presentó Ofrendas
Sagradas": aparentemente, el autor quiere decir que el Papa Pablo VI
celebró una Misa.
In English: The Home of the Virgin Mary in Ephesus
Publicado en Inglés el 8 de
Septiembre de 2022, fecha tradicional de celebración del Nacimiento de
la Virgen María
Traducido al Castellano el 17 de Mayo de 2022
© Copyright 2003 - 2022 por The M+G+R Foundation.
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