INTRODUCCIÓN
Mientras el mundo sigue despeñándose en el abismo de guerras, pecado y engaños, pensemos cuales serían los comentarios de Dios al ver ese comportamiento entre los que dicen ser cristianos.
"Santificado sea Tu Nombre" ¿Cómo podría Mi Nombre ser más impíamente invocado que cuando lo hacéis para justificar el daño que le haces a otro hijo Mío?
"Venga a nosotros Tu Reino" ¿Rezáis para que venga Mi Reino mientras os negáis a obedecer Mis Leyes?
"Hágase Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo" Mi voluntad en el Cielo es la justicia, una justicia que lleva a la paz; pero vosotros obstinadamente rechazáis Mis Leyes.
"Danos hoy nuestro pan de cada día" ¿Cómo
te atreves a pedir que te alimente cuando tú, sin ninguna
vergüenza, ignoras las necesidades de tus hermanos menos
afortunados, que también son Mis hijos?
"Perdona nuestras ofensas como
nosotros
perdonamos a los que nos ofenden" ¿Cómo te
atreves a pedirme eso cuando no solamente no perdonas a los que te
ofenden sino que además, como venganza, quieres causarles
daño?
"No nos dejes caer en tentación" ¿Quieres que te libre del peligro de la tentación cuando, con gran peligro para ti mismo, haces todo lo posible para que tu hermano sea tentado y así caiga en el pecado?
"...y líbranos del
maligno" ¿Mereces ser
librado del mal, es decir, del maligno, a cuyo impulso libremente y con
gusto te sometes, y por cuyo espíritu te dejas guiar?
"¡Amén!"
Sí, esto sí te lo voy a conceder! "Amén" significa
"así sea", y
así perdonaré tus ofensas tal como tú hayas
perdonado a los que te han ofendido, y tendré tanta Misericordia
contigo como tú la hayas tenido con ellos.
CONCLUSIÓN
Recordamos a todos que, mientras el mundo se precipita hacia el abismo, cada uno de nosotros seremos nuestro propio y único juez, tal como hemos pedido en la oración del Padre Nuestro.
EPÍLOGO
Esa oración/respuesta
ejemplo/lógica, sin ninguna duda, también se aplica a
todo
lo que hacemos, decimos o pensamos en nuestra vida diaria.
Sabemos esto porque si todos los que se
hacen pasar por cristianos
intentasen de verdad vivir una vida cristiana, el
mundo sería como lo
será después del Fin de Estos
Tiempos -
¡un Paraíso!
Deberíamos estar avergonzados de
nosotros mismos al ver que Nuestro
Señor Jesucristo tendrá que arreglarlo todo con Sus
Propias Manos para que no nos destruyamos a nosotros mismos por
completo.
Deberíamos haber protegido a
nuestros
hijos y a nuestro mundo a
través de una correcta Evangelización y no a través de la
manipulación mediante el sentimiento de culpa ni a través
del chantaje económico - principales métodos que, durante
los últimos 1.600 años, han utilizado los pretendidos
"evangelizadores" -
Católicos, Ortodoxos y Protestantes, pues, en
general, ¡todos
han sido iguales!