Sobre
las "demostraciones" matemáticas o filosóficas de la existencia de Dios
¿Tienen algún valor?
Por Ricardo de Valencia
PROPÓSITO
Responderemos a la pregunta formulada en el título. ¿Tienen algún valor
las supuestas demostraciones matemáticas o filosóficas (muchas veces
llamadas "pruebas ontológicas") de la existencia de Dios?
INTRODUCCIÓN
Como punto de partida, utilizaremos una carta que hemos recibido de un
amigo cercano.
De: V @ EE.UU.
Para: Varios
Creo que este artículo, que he
encontrado como anuncio en Facebook, puede ser interesante para algunos
de vosotros. (1)
[El artículo es sobre una
"demostración matemática" de la existencia de Dios,
formulada por un renombrado matemático]
Comentadme qué os parece, si no por su contenido religioso, por
su parte filosófica.
Encuentro en las porciones que leí parcialmente un detalle (2) que podría
deberse a la falta de pleno conocimiento del escritor del
artículo y es que Agustín de Hipona (San Agustín)
que vivió del 13 de noviembre de 354 al 28 de agosto de 430, en
su libro "De Libero Arbitrio" hizo una fascinante demostración
de la existencia de Dios a través de las matemáticas, que
precede a la de Juan Filopón (490 a 570).
V
Nuestro
comentario:
Nos parece que es puro entretenimiento de filósofos, sin un
valor real para acercarnos a conocer a Dios.
¿Cómo puede ser encapsulado Dios en el lenguaje de las
Matemáticas o la Filosofía para, a continuación,
decir que "ha sido demostrado"? ¡Es imposible! ¡Él
no puede ser "encapsulado"!
Lo único que logran demostrar esos pensadores (3) es que "su" concepto de
Dios tiene cierta
consistencia lógica. Pero no deja de ser, en cada caso, un
concepto tan limitado que supuestamente contiene a Dios —el Creador no
creado en cuya mente
está contenido el Universo— en unos pocos enunciados
lógicos.
Con cierto humor podríamos resumirlo así:
Dios, por definición, es
inabarcable y no puede ser
contenido en una definición.
No obstante, aunque estén equivocados en su aproximación
a Dios, quizá podemos aprender algo del
porqué tantas personas, a
lo largo de la historia, se han obstinado en "demostrar" la existencia
de Dios por la vía filosófica, "científica" o
incluso "matemáticamente".
DETALLES
Una valoración
Si tuviéramos que sacar alguna lección constructiva al
observar las elucubraciones de tales filósofos o
matemáticos, creemos que sería la siguiente:
Dios, que nos ha creado, hace que Su
Espíritu, Su Amor y Su Lógica se filtre hasta nuestro
espíritu y nuestro intelecto. Es esa infiltración o
inspiración la que nos hace intuir que Dios —o, si se prefiere
decir, la existencia de Dios— es perfectamente lógico y
coherente, incluso necesario. Esto es la semilla que, si es bien
recibida por un alma,
forma
parte de lo que llamamos Fe. Dios es pura armonía y, de alguna
manera, esa armonía la percibimos en el alma antes que en el
intelecto.
Algunos pensadores con cierta Fe, siguiendo esa inspirada y correcta
intuición de que "Dios es coherente, lógico y necesario",
creen equivocadamente que eso
puede ser establecido puramente
desde el andamio de la razón o de la
ciencia. Cada uno de ellos cree que su argumento "ontológico"
conduce a la conclusión o "necesidad" de la existencia de Dios. Pero es al revés, es
la semilla de la Fe que Dios ha
sembrado en ellos la que les impulsa
a
querer expresar esa intuida coherencia divina en el lenguaje más
cercano a su área de especialidad científica o
filosófica.
Acabarían mucho antes su trabajo si reconocieran que esa
intuición ha llegado a ellos por la Fe (inspirada por Dios). Algún tipo de Fe es
necesaria en primer lugar porque es la única
causa que explica que se sientan movidos a elaborar sus
"argumentos que prueban la existencia de Dios". Pero, si alguna Fe es
necesaria en primer lugar, entonces los argumentos racionales
posteriores no pueden ser
colocados como principios anteriores
a la Fe.
La prueba de que esto es así es que
cualquier persona que no tenga Fe rechazará con toda naturalidad
las supuestas "demostraciones de la existencia de Dios". Si no,
bastaría presentar cualquiera de tales "demostraciones" a un
ateo racional y el ateo, automáticamente, creería
(y no
vale decir que no hay ateos racionales). Tales "demostraciones" apenas
tienen un valor de "consolación" para los que, no habiendo
alcanzado una comunión más íntima con Dios a
través del diálogo del Amor, creen estar
"sólidamente confirmando" la intuición de su Fe a
través de la lógica abstracta o la filosofía.
CONCLUSIÓN
Podemos llegar a la misma conclusión —que Dios nunca podrá ser
demostrado por la ciencia (4)
o la filosofía— con un argumento teológico muy
simple:
Dios nos ha puesto en la Tierra, en
nuestra jornada en el
tiempo (5),
para ponernos a prueba para darnos la oportunidad de la
vuelta a Casa. Como
parte de esa prueba, ha decretado que dependamos de la Fe para creer en
Él. Si Él se manifestase ante
nuestros ojos de manera tan
concreta que no pudiéramos negarlo, no tendría cabida la
Fe, no estaríamos verdaderamente siendo probados y no
podríamos adquirir ningún mérito para ganarnos la
vuelta al Paraíso. Fin de la cuestión.
EPÍLOGO
¿Quieres conocer verdaderamente a Dios? Entonces practica lo que
Él nos pide: "socorre al huérfano y a la viuda",
"ayuda al desvalido y al necesitado", "haz el bien y lo que es justo" (6), sé amable con
todos (7), reza
por tus
enemigos, haz el bien a los que te odian (8), pídele a Dios
Fe, y
entonces pídele más
Fe (9)...
Porque el simple hecho de amar al
prójimo despierta un mecanismo que
nos permite conocer mejor a Dios, ya que la satisfacción de
hacer
el bien es un reflejo de Dios en nosotros, que nos ha hecho a Su imagen
y semejanza.
Los que se sienten amados y
los que aman (10)
estarán
más abiertos a considerar que Dios es real y los ama, y esa
apertura, a su vez, la sentirá Dios como una invitación
para entrar en sus vidas y ofrecerles más
signos de que Él es Real,
que está Vivo y que responde (11), no como el "Dios" de
los filósofos, el cual es un concepto principalmente inerte,
como
inmóvil sobre un pedestal.
NOTAS
(2) Al decir "un detalle",
creemos que el autor de la carta quiere
decir "una ausencia"
(4) Uno
siempre puede afirmar que la observación del Universo y de la
Naturaleza y un conocimiento más profundo de ellos a
través de la
Ciencia nos lleva a un asombro que nos hace exclamar ¡Dios
existe! Pero
no nos estamos refiriendo a eso como una "demostración". Incluso
para
llegar a esa exclamación, es necesario algún tipo de Fe,
o de lo
contrario cualquier estudioso de los misterios del Universo creería
automáticamente en
Dios.
(6) Salmo 81:3-4, Isaías 1:17, Jeremías 22:3,
Zacarías 7:9-10
In English: On mathematical or
philosophical "proofs" of the existence of God
Publicado el 28 de Septiembre
de 2022
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