The M+G+R Foundation
Profecías bíblicas sobre el
Regreso de Cristo
Cristo y el Falso Cristo
Publicado originalmente en la
Pascua del año 2007
PROPÓSITO
El propósito de este documento es proporcionar a los Elegidos
(estén o no ya abiertos sus Ojos y Oídos) unas
referencias bíblicas claras que sean útiles para que, con
la
iluminación del Espíritu Santo de Dios, puedan
identificar fácilmente al Falso Cristo. Esto
reducirá las posibilidades de que los Elegidos caigan
en el grave error de adorar a satanás.
Hemos solicitado al Sr. Lee Penn, autor de False Dawn, que prepare este
documento para el beneficio de nuestros lectores, a lo cual ha accedido
amablemente. Se lo agradecemos sinceramente a él y
también a los que nos han ayudado a completar y publicar este
documento tan importante.
INTRODUCCIÓN
Cristo dijo que Él vendría de nuevo, y así lo
atestiguan los Apóstoles a
través del Nuevo Testamento. No obstante, Cristo
también nos avisó de que vendrían muchos falsos
mesías, y el apóstol Pablo
nos advirtió de que el "hombre de iniquidad" arrastrará
al
mundo a un engaño espiritual final.
El Falso Cristo, cuando aparezca, no vendrá bajo la apariencia
de un loco de remate, ni tampoco su reino vendrá con
violencia. Será un substituto aparentemente plausible del
Verdadero Cristo - uno tan bien presentado y disfrazado que
engañaría
"incluso a los elegidos", si eso fuese permitido por Dios. Por
eso es importante revisar las profecías del Antiguo y
Nuevo Testamentos sobre la venida, primero del Falso Cristo, y
después del Propio Cristo. Va a ser muy necesario, para la
supervivencia
espiritual, distinguir entre los dos y no adorar
al Falso Cristo.
Así pues, aquí tienen una revisión de las
profecías de las Escrituras (principalmente del Nuevo
Testamento)
sobre el Regreso y el Reino de Cristo. [0]
Profecías
bíblicas sobre el Regreso de Cristo
Cristo
ascendió al Cielo para
preparar un lugar para nosotros.
- Cristo, el Hijo Único de Dios, ha ascendido al Cielo
para preparar un lugar para Sus seguidores. Aunque Cristo ya ha fue al
Padre, dijo a Sus Seguidores: "Yo
con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación
del siglo" (Mateo 28:20).
Cuando regrese, se llevará a los fieles con Él, "a fin de que donde
Yo estoy,
estéis vosotros también" (Juan
14:3)
Esto fue profetizado en el Antiguo
Testamento (Salmos 68:18;
Proverbios 30:4; Isaías 52:13) y predicho por
Jesús durante Su ministerio público, tal como atestiguan
los Evangelios (Juan 6:62;
Juan 14:2-3; Juan 20:17) y tal como se cumplió
ante la vista de los Apóstoles (Marcos
16:19; Lucas 24:51; Hechos 1:9-11;
1 Timoteo 3:16; Efesios 4:8-10).
Cristo ha enviado al Espíritu
Santo para guiar a todos los fieles.
- Cristo ha enviado al Espíritu Santo a todos los creyentes,
para aconsejar y reconfortar.
Esto fue profetizado en el Antiguo
Testamento (Proverbios 1:23;
Isaías 44:3; Joel 3:1-3), prometido por
Jesús a Sus Apóstoles durante Su ministerio (Lucas 24:49; Juan 14:26; Juan 15:26; Juan
16:7-15; Juan 20:21-23) y experimentado por los
Apóstoles desde Pentecostés en adelante (Hechos 2:1-4; Hechos 2:16-21; Hechos
10:44-48; 1 Corintios 2:12-14).
Nótese que este don del Espíritu Santo es para TODOS los
creyentes. No
está limitado a los que estén en
comunión con Roma, ni a los obispos como grupo, ni al Obispo de
Roma.
Cristo está ahora sentado a la
derecha del Padre, hasta el tiempo de Su regreso.
- Cristo ahora está sentado a la derecha del Padre, hasta
que Le llegue el tiempo de venir en gloria sobre las nubes para reinar
sobre la Tierra y poner "a todos
los enemigos bajo sus pies" (1
Cor 15:25).
Esto fue profetizado en el Antiguo
Testamento (Salmos 110:1),
prometido por Cristo durante Su ministerio (Mateo 22:41-46; Marcos 12:35-37; Lucas
20:41-44), proclamado por Él cuando se le juzgaba
por Su vida (Mateo 26:64;
Marcos 14:62; Lucas 22:69) y confirmado como verdadero
después por los Apóstoles (Hechos
2:33-36; Hechos 7:55-56; 1
Corintios 15:23-26; Efesios 1:20-23; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3-5;
Hebreos 1:13; Hebreos 10:12-13).
Cristo no necesitará
la ayuda de una jerarquía
eclesiástica, ni tampoco de un "nuevo movimiento
eclesiástico", para establecer Su Reino.
Los "últimos
días"
empezaron con la primera venida de Cristo.
- Con la primera venida de Cristo, han empezado los "últimos
días" (Hebreos
1:2; 1 Juan 2:18).
Durante
la era entre la
Ascensión de Cristo y Su Regreso, ha de haber sufrimiento por
causas naturales y humanas - pero "no
es todavía el fin".
- En el tiempo anterior al regreso de Cristo, habrá
guerras, revoluciones, plagas, hambre, terremotos y otros desastres
naturales, apostasía, desintegración social, y
persecución de los fieles. [1]
Sin embargo, eso "no es
todavía el fin" (Mateo
24:6-8; Marcos 13:7-8; Lucas 21:9-11).
Falsos
maestros - así como
seguidores apóstatas o inmorales - han estado presentes en la
Iglesia desde el comienzo.
- Falsos doctores, lobos disfrazados de ovejas, surgieron de
dentro de la Iglesia ya durante sus primeros días (Hechos
20:29-30). De hecho, "muchos" se
habían hecho "anticristos"
cuando Juan escribió su Epístola (1 Juan 2:18-19).
Inmoralidad, hipocresía y sed de falsas enseñanzas
también existían dentro de la Iglesia desde sus inicios,
de manera tal que los escritores del Nuevo Testamento tuvieron que
avisar a sus contemporáneos contra ello (2 Timoteo 3:1-5; 2
Timoteo 4:3-5; Apocalipsis 2:4-5; Apocalipsis 2:14-15; Apocalipsis
2:20-23; Apocalipsis 3:1-3; Apocalipsis 3:15-18).
Desde
el comienzo, los verdaderos
seguidores de
Cristo han sido perseguidos.
- Jesús sabía que habría persecuciones contra
los
fieles a lo largo de la era entre Su Ascensión y Su Regreso (Mateo 10:17-23; Mateo
10:25; Marcos 13:9-13; Lucas 21:12-19).
Los autores de las Epístolas atestiguan que la
persecución
comenzó inmediatamente después de Pentecostés;
Esteban fue el primero de los mártires (Hechos 7:55-60).
Tal
como profetizó Cristo,
Jerusalén cayó en manos de los paganos, el Templo fue
destruido, y los Judíos de Palestina fueron dispersados como
cautivos.
- Jesús profetizó que Jerusalén caería
ante los ejércitos paganos, que el Templo sería
totalmente destruido, y que los judíos serían "deportados a todas
las naciones"
"hasta que el
tiempo de los
gentiles sea cumplido" (Mateo
23:38; Mateo 24:1-2; Mateo 24:15-22; Marcos
13:1-2; Marcos 13:14-20; Lucas 21:5-6; Lucas 21:24).
Todo esto
ocurrió, con la derrota de las revueltas de los años 70
dC
y 133 dC
ante los romanos.
Contrariamente a las creencias de
algunos judíos fanáticos contemporáneos (y sus
igualmente fanáticos apoyos Cristianos Evangélicos), no
hay ninguna indicación en ninguna profecía ni
exhortación del Nuevo Testamento, de que el Templo Judío
podría o debería ser reconstruido, ni de que el sistema
judío de sacrificios en el Templo pueda, o deba, ser restaurado
[2]
Antes del Regreso de Cristo, el
Evangelio será predicado al mundo entero.
- Antes del Regreso de Cristo, el Evangelio será predicado
al mundo entero (Mateo 24:14;
Marcos 13:10).
Esto puede indicar que el Evangelio
fue
predicado al mundo entero "conocido", durante el Imperio Romano, antes
de la caída de Jerusalén en 70 dC - pero su verdadero
significado escatológico se aplica a la predicación del
Evangelio al mundo entero antes del fin de la era (Apocalipsis 14:6-7).
Antes del Regreso de Cristo, los
gentiles ya no mandarán sobre Jerusalén.
- Antes del Regreso de Cristo, Jerusalén ya no
estará "pisoteada
por los
gentiles" (Lucas 21:24).
Durante
la era hasta el Regreso de
Cristo, el bien y el mal coexistirán el uno con el otro.
- Hasta que Cristo regrese, habrá buenos y malos (Daniel
12:10; Mateo 13:24-30; Mateo 13:37-42; Apocalipsis 22:11).
Los
buenos se harán más buenos, y los malos más malos,
como dos tendencias que alcanzan su cima al final de la era.
Poco
antes del Regreso de Cristo,
habrá una tribulación global de una gravedad sin
precedentes.
- Hacia el final, los problemas con los que se encontrará la
Humanidad serán globales, de una gravedad sin precedentes (Daniel 12:1;
Sofonías 1:2-3; Sofonías 1:14-18; Mateo
24:21; Marcos 13:19; Lucas 21:22-23). Habrá:
- Conquistadores y grandes guerras (Apocalipsis 6:2-4; Apocalipsis
11:18; Apocalipsis 16:12);
- Hambre y enfermedades (Apocalipsis
6:5-8; Apocalipsis 16:2);
- Desastres naturales, incluyendo terremotos, colapso
ecológico, y el azote de un meteorito o cometa (Apocalipsis 8:7-11;
Apocalipsis 11:18; Apocalipsis 16:3-4; Apocalipsis
16:10; Apocalipsis 16:18-21);
- Muertes masivas, debido a causas humanas y naturales (Apocalipsis
6:8; Apocalipsis 9:18);
- Discordia dentro de las familias, traiciones, crecimiento del
odio, y la desaparición de la caridad entre la mayoría (Mateo
10:21; Mateo 24:10; Mateo 24:12; Marcos 13:12; Lucas 21:16);
- Una gran persecución/tribulación
de los fieles (Apocalipsis
7:14);
- Estos desastres irán acompañados de un aumento de
la actividad demoníaca (Apocalipsis
9:1-11, 14-19; Apocalipsis
12:12; Apocalipsis 16:13, 16).
A
pesar de los castigos, la
mayoría de la humanidad seguirá sin arrepentirse.
- La mayor parte de la humanidad, grandes y pequeños,
será impenitente y desafiante en sus pecados y
apostasía. Abandonarán a Dios, o Le
maldecirán, en vez de volver a Él (Apocalipsis 6:15-17;
Apocalipsis 9:20-21; Apocalipsis 16:9; Apocalipsis 16:10-11;
Apocalipsis 16:21). En vez de seguir a los
verdaderos profetas,
celebrarán su muerte (Apocalipsis
11:9-10).
- "Por
efecto de los excesos
de la iniquidad [injusticia],
la
caridad de los
más [la mayoría] se
enfriará" (Mateo
24:12). Esa
tendencia será una señal
de muerte espiritual, dado que el amor es la más grande de las
virtudes espirituales (1
Corintios 13:13) y, sin amor, todos los
talentos, conocimientos y obras no sirven de nada (1 Corintios
13:1-3).
El
poder máximo del maligno en
la tierra está limitado a "42 meses": un breve tiempo.
- Durante un breve tiempo, el mundo entero estará bajo el
poder del demonio y sus sirvientes, representados por el dragón,
la bestia, y el falso profeta (Apocalipsis
13:1-18). Las
Escrituras especifican un tiempo limitado para el poder máximo
del maligno (Apocalipsis 12:12):
"un tiempo,
(dos) tiempos y la
mitad (de un tiempo)" (Daniel
12:7),
42 meses (Apocalipsis 11:2;
Apocalipsis 13:5), o "un
tiempo y (dos) tiempos y la mitad de
un tiempo" (Apocalipsis
12:14), ó
1260 días (Apocalipsis
11:3; Apocalipsis 12:6).
Simbólicamente, esto representa
un breve tiempo - pero también puede referirse a un tiempo de
(literalmente) 42 meses y 1260 días, respectivamente.
Durante la mayor parte de la
Tribulación, al poder del maligno se le opondrá
estará y limitado por los Dos Testigos - hasta que sean
condenados
a muerte.
- Los dos testigos elegidos por Dios testificarán a favor de
Cristo, y contra el maligno y sus sirvientes, durante "mil doscientos
sesenta días" (Apocalipsis
11:3)
- hasta que su testimonio
sea completo, y "la bestia que
sube del abismo" (Apocalipsis
11:7) les quitará la vida.
Después de un breve y
simbólico período, Dios resucitará a los dos, y
los llevará al Cielo - y los que vean esto temblarán, y
alabarán a Dios (Apocalipsis
11:11-13).
Este acontecimiento es la señal, para la gente sobre la Tierra,
de
que el poder de sus malvados gobernantes acabará.
Si la Tribulación no fuese
acortada por un acto de la Misericordia de Dios, ninguno
sobreviviría.
- Si aquellos días no fuesen acortados por Dios "por razón de
los elegidos",
"nadie se
salvaría" (Mateo
24:21-22; Marcos
13:18-20). Pero, como un acto de misericordia de
Dios para los
elegidos, la duración de las peores pruebas será acortada.
El
Día del Señor
vendrá de repente, tomando por sorpresa a los infieles.
- El Día del Señor (que puede significar tanto la
gran tribulación que precede al Regreso de Cristo como el
Regreso de Cristo) vendrá de repente, por sorpresa para los que
no tienen fe y no han estado vigilantes. (Mateo 24:37-41; Lucas 21:34; 1
Tesalonicenses 5:1-3; Apocalipsis
16:15). Nadie podrá escapar de la
confusión de esos
tiempos (Lucas 21:35; 1
Tesalonicenses 5:1-3).
El Día del Señor
empezará en tiempos que parecerán "normales" para la
gente, que estará "comiendo,
bebiendo, tomando en matrimonio y dando en matrimonio", "comprando,
vendiendo, plantando,
edificando" - igual que hacía
la gente al comenzar el Diluvio (Mateo
24:37-39), e igual que
hacían cuando Sodoma fue destruida (Lucas 17:26-30).
Los fieles han de estar despiertos y
vigilantes.
- Los fieles, que han sido avisados, deben estar despiertos,
vigilantes y serenos para discernir los signos de los tiempos y esperar
el Regreso de Cristo (Mateo
24:32-33; Mateo 24:42-44; Mateo 25:1-13;
Marcos
13:29; Marcos 13:33-37; Lucas 12:35-40; Lucas 12:42-46; Lucas 21:28-31;
Lucas
21:34-36; 1 Tesalonicenses 5:4-6). Es porque nadie
sabe "ni el
día ni la hora" por lo que debemos "estar despiertos" ("velad", "estad prontos")
(Mateo
24:44; Mateo 25:13).
Los que no creen y los malvados
serán pillados por sorpresa y consternados cuando llegue Su
Regreso; para
ellos, el Día vendrá tan repentina y desastrosamente
como un ladrón (Mateo
24:48-51; Lucas 21:34-35; Apocalipsis
3:3). En contraste, los fieles esperarán el
Día, y lo
verán como el cumplimiento de sus esperanzas.
- Los fieles han de armarse con las armas del Espíritu: fe,
esperanza y caridad (1
Tesalonicenses 5:7-8).
No hay nada que indique, en
ningún lugar del Nuevo Testamento, que los creyentes deben tomar
armas físicas contra los poderes del mal, ni que deban reunirse
y usar armas de ese tipo en defensa propia.
- En el tiempo del Apocalipsis, cuando los fieles están
avisados, deben actuar rápidamente en obediencia a Dios (Mateo
24:16-20; Marcos 13:14-18; Lucas
17:31-32; Lucas 21:21). No deben echar la vista
atrás hacia sus
posesiones terrenales, ni preocuparse indebidamente por su vida; "El
que procurare conservar su vida, la perderá; y el que la pierda,
la hallará" (Lucas
17:33).
- Cuando Cristo vuelva otra vez, "aparecerá,
sin pecado, a
los que le están esperando para salvación" (Hebreos
9:28). "El
que perseverare hasta el fin, ése será
salvo" (Mateo 24:13;
Marcos 13:13; Lucas 21:17-19; Lucas
21:36).
Los fieles serán
perseguidos,
pero estarán apoyados por Dios durante la persecución.
- Dios mantendrá a Sus fieles "conservados sin
mancha" para
Su llegada; Él los ha llamado y no les fallará (1
Tesalonicenses 5:23-24; Apocalipsis
3:10; Apocalipsis 7:3; Apocalipsis 12:6; Apocalipsis 12:13-16).
Sin embargo, temporalmente, los malvados podrán "hacer guerra a
los santos y vencerlos" (Apocalipsis
12:17; Apocalipsis 13:7).
Los fieles serán "odiados
de todos los pueblos por causa" del
Nombre de Cristo (Mateo 24:9;
Marcos 13:13; Lucas 21:17).
Las Escrituras prometen a los fieles
de estos tiempos seguridad
espiritual y ser preservados espiritualmente, no
inmunidad contra la persecución ni, en algunos casos, contra el
daño físico.
- La Tribulación pone a prueba, entrena y purifica a los
fieles, a quienes Dios somete a disciplina como hijos (Proverbios
13:24; 2 Corintios 4:17; Hebreos
12:5-13; 1Pedro 1:6-7, 1Pedro 4:12-19; Apocalipsis 3:19).
El
tiempo del sufrimiento será breve (1 Pedro 5:10-11). Los
fieles que perseveren hasta el fin serán apoyados por Dios y
serán salvados (Mateo
10:22; Lucas 21:19).
La
gran tribulación será
breve, y los fieles recibirán un aviso suficiente de ella.
- El tiempo de la gran tribulación será breve; una
vez que los acontecimientos del Día del Señor comiencen,
se desarrollarán rápidamente (Mateo
24:32-34; Marcos
13:28-30; Lucas 21:32).
- El tiempo exacto, "el
día y la hora", del Día del
Señor y del Regreso de Cristo, eran entonces (en la época
del ministerio de Jesús) sólamente conocidas por el Padre (Mateo 24:36; Marcos 13:32;
Hechos 1:6-7).
Los seguidores de Cristo
recibirán un aviso suficiente para ser capaces de esperar el
Regreso con fe y esperanza. Igual que Noé y Lot fueron avisados
con tiempo suficiente para escapar de la destrucción, los fieles
también serán avisados.
Cristo dijo "no
pasará la
generación ésta hasta
que todo esto suceda" (Mateo
24:34). Mateo 24 y los pasajes similares
de otros Evangelios se refieren en parte a la caída de
Jerusalén y del Templo - que efectivamente ocurrió en 40
años, una generación bíblica, desde la
profecía de
Jesús. Pero estos mismos pasajes también se refieren al
fin de la era - y en este contexto, indican que los acontecimientos
finales de la era, una vez iniciados, se dirigirán
rápidamente hacia su
conclusión: en una generación o menos.
En este tiempo abundarán falsos
maestros y pocos conservarán la Fe.
- Falsos instructores de sabiduría abundarán al final
de la era, y la
humanidad se volverá cada vez más inmoral (1Timoteo 4:1;
2Timoteo 3:1-5; 2Timoteo
4:3-4). La Fe será escasa en el tiempo del
regreso de
Cristo (Lucas 18:8);
la apostasía abundará (Mateo
24:10);
la caridad se habrá enfriado (Mateo
24:12).
Una de las falsas enseñanzas de
los últimos tiempos será el rechazo y la burla de la
promesa del regreso de Cristo, debido a la demora de Su
Aparición (2 Pedro
3:3-4).
- Habrá falsos mesías, que dirán "Yo soy el
Cristo" y que "a muchos
engañarán" (Mateo
24:4-5; Mateo
24:11; Marcos 13:5-6; Lucas
21:8). Los seguidores de estos "falsos cristos y
falsos profetas"
reclutarán seguidores, y algunos de los falsos maestros
podrían incluso hacer "cosas
estupendas y prodigios,
hasta el punto de desviar, si fuera posible, aún a los elegidos"
(Mateo 24:23-26; Marcos
13:21-23; Lucas 17:23).
- El "dragón
de color
de fuego" habrá "arrastrado la
tercera parte de las estrellas del cielo" y las habrá
"arrojado a la
tierra" (Apocalipsis
12:4) - un símbolo de los jerarcas
cayendo en alianza con satanás, igual que Lucifer
arrastró a muchos ángeles rebeldes en su propia
caída.
El
Juicio empezará con la
purificación de la Iglesia.
- Los que enseñan la fe serán juzgados más
estrictamente que otros en la Iglesia (Santiago 3:1). El Juicio
empezará "por
la casa de
Dios" (1 Pedro 4:17),
e incluirá a
los líderes religiosos del momento (Sofonías 1:4-7;
Sofonías 3:1-8; Malaquías 3:2-3; Mateo 3:7-10).
Por
lo tanto, parece que la primera de las Tribulaciones golpeará a
la Iglesia - y a sus jerarcas y ministros. Contrariamente a la
teología del "arrebatamiento anterior a la Tribulación" (Left
Behind / Rapture), el
pueblo de Dios también
será juzgado (Romanos
11:21-23).
Habrá
una persona que
será el Anticristo, y que saldrá de dentro de la Iglesia.
- El Anticristo llegará - y será una persona, no un
sistema ni una ideología. Unos anticristos menores (que
obraban igual que el Anticristo) ya vinieron en la época de
Juan; "de
entre nosotros han salido"
- es decir, de dentro de la
Iglesia (1 Juan 2:18-19).
- Por analogía, lo mismo se aplica al Anticristo:
saldrá de dentro de la Iglesia. El Anticristo niega que
Jesús es el Cristo (1Juan
2:22; 1Juan 4:2-3; 2Juan 7) mediante sus acciones
más que por sus aparentemente
tranquilizadoras palabras. Preparará el camino al Falso
Cristo, en vez de al verdadero Cristo.
El "hombre de iniquidad" (el Falso Cristo) se entronizará a
sí mismo
en el santuario de Dios y dirá que él es Dios.
- El camino del Adversario está siendo preparado ahora en
secreto; cuando "el que ahora (lo)
detiene" sea quitado de en medio, el "misterio de la
iniquidad"
aparecerá abiertamente (2
Tesalonicenses 2:6-7).
- Antes del Regreso de Cristo "debe
venir la
apostasía y hacerse manifiesto el hombre de iniquidad" (2
Tesalonicenses 2:3). El Adversario, el Falso
Cristo, vendrá
"en su propio
nombre", se
entronizará a sí mismo en el
santuario de Dios, "ostentándose
como si fuera Dios" (Mateo
24:15;
Marcos 13:14; Juan 5:43; 2 Tesalonicenses 2:4).
Esto es la
culminación de la "abominación
de la
desolación". El Falso Cristo negará que
Jesús es el Cristo, y se proclamará a sí mismo
como Dios y Cristo que ha regresado a la tierra (1 Juan 2:22-23).
- El Falso Cristo trabajará (en la medida en que lo permita
Dios)
"con todo
poder y señales y
prodigios de mentira" para
engañar a "los
que han de
perderse en retribución de no
haber aceptado para su salvación el amor de la verdad" (2
Tesalonicenses 2:9-12).
Satanás vendrá
disfrazado
como un "ángel
de luz"
y sus ministros se disfrazarán "de
ministros de justicia" (2
Corintios 11:14-15). "Porque tales son
falsos apóstoles, obreros engañosos que se disfrazan de
apóstoles de Cristo" (2
Corintios 11:13).
- A primera vista, los precursores y sirvientes del Falso Cristo no
parecerán malvados (Mateo
7:15). Parecerán ser
píos y devotos, estrictos
y ortodoxos - pero la realidad
será de otra manera. [3]
Su fruto ha sido - y será - malvado, y Cristo no los
aceptará ni aceptará tampoco sus obras que dirán
haber
hecho en Su Nombre (Mateo
7:16-23).
Al
final de la Tribulación,
Dios destruirá el malvado régimen
político/religioso/económico que habrá gobernado -
y corrompido a - el mundo.
- Justo antes del fin de estos tiempos, un malvado régimen
político/religioso/económico tendrá autoridad
sobre el mundo entero (Apocalipsis
13:1-18; Apocalipsis
17:1-18:3). El gobernante de este sistema
será adorado por
"aquellos
cuyos nombres no
están escritos en el libro de la vida desde la creación
del mundo" (Apocalipsis
17:8).
- Dios destruirá de repente este régimen (Sofonías 1:8-13;
Apocalipsis 18:4-19:4), que está
representado simbólicamente por Sodoma, Egipto, Jerusalén
-
"el lugar
donde el Señor de
ellos fue crucificado" (Apocalipsis
11:8) - y Roma - que ha
perseguido a los santos. La destrucción llegará "en un solo
día" (Apocalipsis
18:8),
y será total y permanente (Apocalipsis
18:21; Apocalipsis 19:3).
Después
de que el número
preestablecido de gentiles haya sido convertido, un resto de los
judíos reconocerá a Cristo como el Mesías.
- Antes de la primera resurrección de los muertos, un resto
fiel de los judíos creerá en Cristo y Le seguirán (Romanos 11:15; Romanos
11:25-32). Esto sucederá
después de que el número predeterminado de los gentiles
haya creído en Cristo.
Por el contrario, el Falso Cristo no
atraerá a los judíos hacia sí; sino que, si llega
a haber suficiente tiempo, los perseguirá. Éste
odia a los judíos, porque en su origen eran el Pueblo Escogido,
y los primeros herederos de la Promesa.
Justo antes de la venida de Cristo,
habrá estremecedores prodigios y señales en los cielos y
sobre la tierra
- Inmediatamente antes de la venida de Cristo, habrá
señales en el cielo y sobre la tierra, durante los cuales "El sol se
convertirá en
tinieblas, y la luna en
sangre" (Hechos
2:19-20, referido a Joel 3:4-5). Esto
sucederá hacia el final de la Tribulación (Mateo
24:29, Marcos 13:24-25, Lucas 21:25-26, Apocalipsis 6:12-14;
Apocalipsis
8:12).
Entonces,
"la señal del Hijo del Hombre"
aparecerá en los cielos, y todos la verán.
- Inmediatamente antes de estos acontecimientos cósmicos, "aparecerá en
el cielo la
señal del Hijo del Hombre" (Mateo 24:30), y todas las
gentes de la tierra se lamentarán al ver al que traspasaron. "Le verán
todos los ojos, y aun
los que le traspasaron; y harán luto por Él todas las
tribus de la tierra" (Apocalipsis
1:7).
El
Hijo del Hombre vendrá "sobre
las nubes del cielo" con
Sus ángeles.
- Todos "verán
al Hijo
del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gloria grande"
(Daniel 7:13; Mateo 24:30;
Mateo 26:63-64; Marcos
13:26; Marcos 14:61-62; Lucas 9:26; Lucas 17:24; Lucas 21:27; Lucas
22:69-70; Apocalipsis 1:7; Apocalipsis 19:11-16), "con sus
ángeles" (Zacarías
14:5; Mateo 16:27; Juan 1:51; 2 Tesalonicenses 1:7-10).
Cristo, durante la predicación
en la semana anterior a su Pasión, describió a sus
discípulos cómo habrá de ser su Regreso.
Contó lo mismo al Sanedrín en la noche en que fue
arrestado y juzgado por Su vida. Fue esa declaración la
que llevó a la impía asamblea a declararlo culpable de
blasfemia.
- Cristo fue elevado a una nube (Hechos 1:9), y los
ángeles dijeron a los discípulos reunidos que lo
presenciaban que "Este
Jesús que de en medio de vosotros ha sido recogido en el cielo,
vendrá de la misma
manera que lo habéis visto ir al cielo" (Hechos 1:10-11).
- Cuando Cristo regrese, será repentinamente y
manifestándose al
mismo tiempo a todos los habitantes de la
tierra (Mateo 24:27-28; Lucas
17:37).
Al regreso de Cristo, todas las cosas
creadas del cielo y
de la tierra serán sacudidas y cambiadas (Hebreos 12:16-27).
Él será visto por creyentes y no creyentes por
igual. Los fieles se alegrarán, y los infieles se
lamentarán. No habrá necesidad de cámaras de
televisión, ni agentes de relaciones públicas, ni un
"nuevo movimiento eclesiástico", ni una nueva orden religiosa
portando el símbolo de la cruz, ni una tecnología
terrestre, ni un movimiento político, ni una organización
eclesiástica para hacer saber a todos su Regreso. Cristo
no será proclamado desde el Vaticano por la persona que dice ser
su
vicario en la tierra. Ni tampoco se anunciará Él a
sí mismo en una reconstrucción del Templo de
Jerusalén, ni en ningún otro santuario o lugar santo
hecho por mano del hombre.
Por el contrario, el Falso Cristo habrá surgido de la tierra
para retar al verdadero Cristo. De antemano, el Impostor puede
intentar falsificar su venida "sobre las nubes" con un engañoso
milagro, o puede explicar - como decía la teosofista Alice
Bailey al describir la llegada del "Maestro Mundial" - que "venir sobre
las nubes" es solamente una forma de describir lo que, para el Siglo
XX, es un vuelo en avión (Alice Bailey, The
Externalization of the Hierarchy, pp. 576-577).
Cristo enviará a Sus
ángeles a reunir a todos Sus elegidos, vivos y difuntos, de
dondequiera que estén.
- Cristo enviará a sus ángeles para, al sonido de la
trompeta, juntar "a Sus elegidos
de los cuatro vientos, de una extremidad del cielo hasta la otra"
(Mateo 24:31; Marcos 13:27).
Cuando
Cristo regrese los fieles
difuntos serán resucitados.
- A la vuelta de Cristo, los fieles difuntos, los que Le
pertenecen, serán resucitados (Romanos
8:11; 1Corintios 6:14, 1Corintios
15:21-23). Esta es la "primera
resurrección" (Apocalipsis
20:5).
- Los fieles difuntos serán resucitados incorruptibles, en
gloria, en poder, en cuerpo espiritual (Daniel 12:3; 1Corintios 15:42-44).
Su "peso de
gloria"
será eterno (2
Corintios 4:17-18) y heredarán "un edificio, casa
no hecha de manos,
eterna en los cielos" (2
Corintios 5:1-4). Los fieles - los que
habrán resucitado de entre los muertos y los que estarán
vivos en el momento de Su Regreso - estarán "siempre con el
Señor" (1
Tesalonicenses 4:17),
serán recompensados (Apocalipsis
11:18) y verán a Dios "tal como es"
(1 Juan 3:2).
Por el contrario, podrá parecer
que el Falso Cristo resucita (a unos pocos) muertos, pero esas obras
serán falsificaciones de poca duración. El Destructor,
aunque pueda hacer obras inexplicables para la razón humana, las
hará con propósito de engañar y de causar
daño. Los "frutos" de sus portentos serán malignos o,
como mínimo, perecederos.
Inmediatamente después de la
resurrección de los muertos, los fieles que estén vivos
serán transfigurados. Los fieles, tanto los vivos como los
muertos resucitados, serán llevados al cielo al encuentro con
Cristo.
- Inmediatamente después de la resurrección de los
muertos, los que estén vivos en el momento del Regreso de Cristo
serán transformados "en un
abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final" (1Corintios 15:51-53; 1Tesalonicenses
4:15-18). Esta trompeta será la misma por
la que "el
mismo Señor,
dada la señal,
descenderá del cielo, a la voz del arcángel y al son de
la trompeta de Dios" (1
Tesalonicenses 4:16).
- Los elegidos por Cristo que estén vivos cuando él
regrese serán llevados, de repente, de entres sus familiares,
vecinos y compañeros de trabajo (Mateo
24:37-41; Lucas 17:34-35).
Este es el momento en que los malvados serán dejados - no antes
del comienzo de la Tribulación, sino a su fin.
Están equivocados los autores de libros que hablan de un
"arrebatamiento anterior a la Tribulación"; al contrario de lo
que
afirman esos autores, los
cristianos también pasarán a través de la
Tribulación.
- Los vivos, igual que los fieles que hayan muerto previamente,
recibirán un cuerpo imperecedero e inmortal (Filipenses 3:20-21).
Los vivos, igual que los muertos (para entonces ya resucitados),
serán "arrebatados
juntamente con ellos en nubes hacia el aire al
encuentro del Señor" (1
Tesalonicenses 4:16-17).
Habrá
gente con vida en el
momento del Regreso de Cristo; la raza humana no se extinguirá
por los acontecimientos de la Tribulación.
- Las Escrituras (en
particular, Mateo 24:13; Mateo 24:39-41;
Mateo
28:20; Marcos 13:13; Lucas 18:8; Lucas 21:17-19; Lucas 21:36; 1
Corintios
15:51; 1 Tesalonicenses 4:15; 1 Tesalonicenses 4:17)
manifiestan que habrá gente viva en la Tierra cuando Cristo
regrese. No habrá un acontecimiento de "total
extinción" antes del Regreso, sin importar lo inmensos que sean
los desastres de la Gran Tribulación.
Sin
embargo, pocos de los vivos en el
momento del Regreso de Cristo habrán conservado la Fe.
- Pocos de los vivos en el momento del Regreso de Cristo
habrán conservado la Fe (Lucas
18:8).
El
regreso de Cristo del Cielo a la
Tierra significará
inmediatamente el arrebatamiento de los fieles.
- El regreso de Cristo, su descenso del
Cielo, señalado por "el son de la
trompeta de Dios", sucederá en el mismo acto que la
resurrección de los muertos y el arrebatamiento de los vivos (1 Tesalonicenses 4:16-17).
A su
regreso, Cristo dará muerte al
Falso Cristo y acabará con Sus otros enemigos.
- En su regreso, Cristo dará muerte al Falso Cristo "con el aliento de
sus labios" y
lo "destruirá
con la
manifestación de su Parusía" (Isaías 11:4; 2Tesalonicenses 2:8;
Apocalipsis 19:15).
- "Y la
bestia fue presa, y
con ella ella el falso profeta, que delante de ella había hecho
prodigios ... Estos dos fueron arrojados vivos al lago del fuego
encendido con azufre" (Apocalipsis
19:20).
Cristo destruirá al Falso
Cristo
y arrojará a estos dos cabecillas suyos al "lago del fuego".
Estos son los
mismos que el Falso Cristo había alzado para que el mundo entero
les rindiese honor.
- Cristo dará muerte a Sus otros enemigos (Isaías 11:4-5; Isaías 61:2;
Sofonías 2:4-15; Zacarías 14:3; Zacarías 14:12-14;
Malaquías 3:18-19; Apocalipsis 19:17-21).
- Cristo reinará (simbólicamente) por mil años (Apocalipsis 20:2,6)
"con cetro de
hierro" (Salmos 2:8-9;
Salmos 110:5-6;
Zacarías
14:16-19), aplicando justicia e integridad, y juzgando
en defensa de los oprimidos (Malaquías
3:4-5).
El
Reino de Cristo empezará con
un banquete de bodas.
- El Reino de Cristo empezará con un banquete que Cristo
ofrecerá a Sus seguidores (Mateo
26:29; Marcos 14:25; Lucas 12:36-39;
Lucas 22:16; Lucas 22:18; Apocalipsis 19:6-9).
El
servicio humilde y basado en el
amor - no el poder político - es la vía de la grandeza en
el Reino de Cristo.
- La vía de la grandeza en el Reino es a través de un
servicio humilde, fiel y lleno de amor, no a través de la
dominación ni la manipulación (Mateo
20:25-28; Mateo 23:8-12; Mateo 24:45-51; Marcos 9:33-35; Marcos
10:42-45; Lucas 22:24-27).
Los
fieles ayudarán en el
gobierno del Reino, juzgando las naciones y haciendo de sacerdotes,
ofreciendo un "sacrificio de alabanza" a Dios.
- Los fieles harán de sacerdotes y reyes bajo Cristo (Apocalipsis 1:6);
tendrán "poder
sobre las
naciones" (Apocalipsis
2:26;
Apocalipsis 5:9-10;
Apocalipsis 20:4-6), y ofrecerán a Dios un
sacrificio de alabanza.
En el
Reino, los fieles
recibirán de Dios bendiciones eternas.
- A "los vencedores" (Apocalipsis
2:7) Cristo les dedica estas bendiciones:
- "Al
vencedor le daré
a comer comer del árbol de la vida que está en el
Paraíso
de Dios" (Apocalipsis
2:7).
- "El
vencedor no será
alcanzado por la segunda muerte" (Apocalipsis 2:11).
- "Al
vencedor le daré
del maná oculto; y le daré una piedrecita blanca, y en la
piedrecita escrito un nombre nuevo que nadie sabe sino aquel que la
recibe" (Apocalipsis
2:17).
- "No
borraré su nombre
del libro de la vida; y confesaré su nombre delante de mi Padre
y delante de sus ángeles" (Apocalipsis 3:5).
- "Del
vencedor haré
una columna en el templo de mi Dios, del cual no saldrá
más" (Apocalipsis
3:12).
- "Al
vencedor le haré sentarse conmigo en mi trono" (Apocalipsis 3:21).
- "Ya no
tendrán hambre
ni sed; nunca más los herirá el sol ni ardor alguno;
porque el Cordero, que está en medio, frente al trono,
será su pastor, y los guiará a las fuentes de las aguas
de la vida; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos" (Apocalipsis 7:16-17).
- "Al que
tenga
sed Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
El vencedor tendrá esta herencia, y Yo seré su Dios y
él será hijo mío." (Apocalipsis
21:6-7).
Cuando
llegue Cristo, someterá
a Sus enemigos, destruirá a la muerte, y devolverá Su
Reino al Padre.
- Cuando llegue Cristo, someterá a todos Sus enemigos y
destruirá a la muerte, el último enemigo. Y entonces
devolverá Su reino a Dios Padre. (Salmos 2:8-12; Salmos 89:26-29; Salmos
110:1; Salmos 110:5-7; Isaías 45:23-25; Daniel 2:34-35; Daniel
2:44-45; 1 Corintios
15:24-28; 1 Corintios 15:54-55).
- El Reinado de Cristo "no
tendrá fin" (Lucas
1:33; Hebreos
1:8). Como Rey de reyes, reinará en una
época de salud y paz, de abundancia y rectitud, justicia y
fidelidad al verdadero Dios vivo (Salmos 45:6; Isaías 9:5-7;
Isaías 61:1-4; Isaías 65:19-25; Ezequiel
11:18-20; Daniel 7:13-14; Ezequiel 34:25-31; Ezequiel 37:24-28;
Sofonías 3:9-20; Malaquías 3:11-12; Malaquías 3:20).
La naturaleza será sanada y regenerada (Isaías 11:6-9; Zacarías
14:6-9).
- La creación será renovada (Apocalipsis
21:5), y la
naturaleza sanada de las heridas infligidas por el pecado y el mal (Romanos 8:19-23).
Habrá "un
cielo nuevo y una
tierra nueva" tal como los creyentes están esperando (Isaías 65:17; Isaías 66:22;
2Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1), "la
restauración de todas las
cosas" (Hechos 3:21).
- La nueva Jerusalén (Isaías
65:18) "descenderá
del cielo" (Apocalipsis
21:2; Apocalipsis 21:10-26). El río de la vida
discurrirá a través de la ciudad, con los árboles
de vida a sus costados. La nueva ciudad no tendrá templo "porque su templo es
el Señor
Dios Todopoderoso, así como el Cordero. La ciudad no tiene
necesidad de sol ni de luna que la alumbren, pues la gloria de Dios le
dió su luz, y su lumbrera es el Cordero" (Apocalipsis 21:22-23).
Durante
los "mil años" del
reino de
Cristo en la Tierra, satanás será atado y confinado al
Abismo, hasta que sea soltado "por un corto tiempo" justo antes del fin
del mundo.
- Cristo reinará en la tierra durante un largo tiempo -
simbólicamente, "mil
años" (Apocalipsis
20:2; Apocalipsis 20:6).
- Al fin de la era del Milenio [4], satanás
será "será
soltado de su prisión, y se irá a seducir a los pueblos
que están en los cuatro ángulos de la tierra" (Apocalipsis 20:7-8).
Sus ejércitos serán enormes,
y rodearán "el
campo de los
santos", pero bajará "fuego
del cielo (de parte de Dios)" y "los devorará".
Entonces satanás será "precipitado
en el lago de fuego y
azufre, donde están también la bestia y el falso profeta;
y serán atormentados día y noche por los siglos de los
siglos." (Apocalipsis
20:9-10).
Después
de la
destrucción final de satanás, habrá una
resurrección universal de los muertos. Cristo
juzgará a todos, vivos y muertos.
- Cristo juzgará a vivos y muertos, de acuerdo con sus obras (Ezequiel 11:21; Mateo
12:36-37; Mateo 13:39-43; Mateo 13:47-50;
Mateo 25:31-46; Marcos 10:29-30; Marcos 16:16; Juan 5:28-30; Romanos
2:6-11; 2 Corintios 5:10; Apocalipsis 2:23; Apocalipsis 20:11-15).
- Todos serán juzgados - los vivos, los fieles difuntos y
los difuntos impenitentes.
- En este juicio final y universal serán revelados todos los
secretos (Romanos 2:16,
1Corintios 4:5). Las obras de cada uno
serán puestas a prueba por el fuego, para revelar su virtud y
solidez o la falta de ellas (1Corintios
3:11-15; 2Tesalonicenses 1:8-10; 1Pedro 1:7).
Los
justos estarán con Cristo
para siempre en el Cielo y los malvados irán para siempre al
Infierno.
- Los justos estarán con Cristo para siempre, y los malvados
serán enviados al fuego del Infierno (Isaías 66:24;
Daniel 12:2; Mateo 3:12;
Mateo 13:30; Mateo 13:49-50; Mateo 25:29-30; Mateo 25:31-46;
Lucas 3:17; Juan 14:3; Juan 15:6).
- El Infierno no está vació. "Muchos"
irán
allí (Mateo 7:13-14;
Mateo 22:14), y entre ellos está
Judas Iscariote, el traidor de Cristo (Mateo 26:23-25; Marcos 14:21;
Lucas 22:21-22; Juan 6:70-71; Juan17:12). Ésta
será "la
segunda muerte: el
lago de fuego" (Apocalipsis
20:15).
NOTAS
[0] Citas
Bíblicas (señaladas en itálica y
letra verde) de: La Santa Biblia, traducción de Mons. Dr.
Juan Straubinger, Doctor Honoris Causa por la Universidad de
Müenster, Alemania. Nihil Obstat e Imprimatur - 12 de Mayo de 1969
por Excmo. Sr. Fr. Felipe de Jesús Cueto, O.F.M., Obispo de
Tlalnepantla, México.
Ver documento "Interpretación
bíblica, ¿debe ser literal o
simbólica?" - Parte
I
y Parte
II - para una mejor
comprensión de las diferencias entre las diversas traducciones
bíblicas incluso dentro de la misma Fe.
[1] Cristo tendrá que
regresar precisamente porque ha sido el
hombre quien ha desatado toda esa miseria sobre sí misma, y si
Él no interviene la Humanidad se aniquilaría a sí
misma.
[2] Algunos creen que el Arca
de la Alianza, el artefacto sagrado que
fue visto por última vez en el Templo antes del exilio a
Babilonia, será encontrado durante los Tiempos del Fin.
(La Iglesia Ortodoxa de Etiopía dice que tiene el Arca en una
iglesia en Axum, Etiopía) Pero cuando San Juan
recibió una visión de la Tribulación y del juicio
en la tierra, vio "abierto el Templo
de Dios, el que está en el
cielo, y fué vista en su Templo el arca de su Alianza"
(Apocalipsis 11:19).
Según la visión de San Juan,
el Arca está en el Templo del Cielo ahora - y, tal como lo
entienden los católicos y los ortodoxos orientales, la verdadera
Arca es la Virgen María, la Madre de Dios. Si un artefacto
físico es hecho aparecer y le es mostrado al mundo con gran
fanfarria, su hallazgo podría ser uno de los malvados "señales y
prodigios" del
Impostor (2 Tesalonicenses 2:9).
[3] Los puntos anteriores
indican que en el período anterior al
Regreso de Cristo no habrá una utopía social ni la
restauración de la "Cristiandad". El profeta Daniel
avisó de que antes de el fin de estos tiempos, "los malos
seguirán haciendo el
mal" (Daniel
12:10).
En particular, y contrariamente a lo que dicen algunos autores
católicos que citan a ciertos santos medievales y modernos
visionarios, no hay nada en las Escrituras que hable de "el Santo Papa"
ni de "el Gran Monarca" que vayan a establecer y guiar un
régimen benévolo, global y orientado por la
Iglesia. Será Dios quien purificará y
renovará a Su Iglesia (Malaquías
3:2-3), no una nueva Inquisición, ni unos
renacidos Caballeros Templarios, ni un "enérgico" Papa al estilo
de San Pío X. Solo Cristo mismo traerá la era de "un solo
rebaño y un solo pastor"
(Juan 10:16).
[4] Nótese que lo que conlleva el
nombre de "Milenarismo" -
entendido como "la
falsificación del Reino
futuro bajo el nombre de
Milenarismo" - es algo muy distinto de los
auténticos mil
años de los que habla el Libro del
Apocalipsis 20:1-10.
De lo que el Catecismo Católico Romano está avisando a
los fieles es de la "falsificación del Reino", es decir, cuando
el Falso Cristo, sobre quien hemos escrito y avisado a los fieles,
intentará convencer al mundo para que colabore con él
para forzar, por medios propios y no por la intervención Divina,
la instauración de los verdaderos mil años de paz y
prosperidad. Esta "falsificación del Reino" sería la
"forma política de un mesianismo secularizado,
'intrínsicamente perverso' " referida en el Párrafo
676
del Catecismo, es decir, el intento de
establecer
un "nuevo orden mundial" sobre el que advertimos continua e
insistentemente.
Publicado en Inglés en la Semana de Pascua
de 2007
Actualizado el 22 de Agosto de 2013 -
Reinado de María
Publicado en Castellano el 24 de Agosto de
2013 - San Bartolomé (Apóstol) y Nuestra Señora de
la Salud de los Enfermos
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