PROPÓSITO

El propósito de este documento es ayudar a los fieles a entender qué es el Reino de los Cielos y cuáles son las tan mentadas Llaves de dicho Reino.


INTRODUCCIÓN

Es la voluntad de Dios que miguel de Portugal (1) aborde este tema ahora, aunque la semilla de este documento cayó en terreno fértil a través del Boletín Dominical de la Iglesia Católica Santa Bernardette en Houston, Texas, el 20 de agosto de 2006. En dicho boletín (2), en la página 6, encontramos un artículo titulado “Comunión no católica” de Paul Turner (3).

Cuando finalmente estábamos considerando abordar este tema, Dios hizo que tres de nuestros lectores —en rápida sucesión— escribieran cartas con inquietudes que están directamente relacionadas con el tema central de este documento. Por lo tanto, no nos demoramos más en abordar el tema abiertamente.

A continuación reproducimos las partes clave de dichas cartas.

Carta 1 (4)


Carta 2 (5)


Carta 3 (6) [dirigida al Sr. J.C. (vea arriba) a través de nuestras páginas]


La “gema” publicada en el boletín dominical de Santa Bernardette (3):  (subrayado por The M+G+R Foundation)



DETALLES

En primer lugar, hemos enseñado y confirmado claramente (7a,b,c) que, aunque la Fe Católica contiene el mayor número de verdades en comparación con cualquier otra fe, no es el único camino hacia la Salvación. El único Camino a la Salvación es Jesucristo; ninguna institución religiosa puede, legítimamente, pretender ocupar el lugar de Jesucristo y ningún hombre puede, legítimamente, pretender ser el fundamento del Cristianismo (8) ni pretender una infalibilidad total (9). La roca fundamental del Cristianismo es Jesucristo.

También hemos enseñado que cuando se nos pregunta, ¿qué hora es? (10) con respecto al Fin de Estos Tiempos, contestamos que está cerca el momento (11). Esto significa que, cualquiera que haya sido el curso normal (12) a seguir en décadas pasadas, ya no es el curso lógico a seguir. Por lo tanto, nosotros no insistimos en que nuestros hermanos, a quienes hemos impactado positivamente con la realidad de la Fe Católica, “llenen todos los formularios y requisitos” necesarios para estar “oficialmente inscritos” en la Fe que contiene la mayoría de las verdades reveladas acerca de Dios.

Recordemos a los fieles lo que Jesús respondió al ladrón crucificado junto a Él:


Jesús le dijo eso sin entregarle unos formularios para que pudiera “unirse a la Iglesia” antes de estar con Él en el paraíso.

Lo que el mencionado Paul Turner está promoviendo no es nada más que lo que Jesús denunció, a saber:


Además, algunos extremos particulares de lo que María puede haber revelado y pedido en los siglos pasados (13), como por ejemplo orar por las intenciones del Papa, no deberían ser obedecidos ahora por razones que ya hemos explicado ampliamente (14).

En este momento de la Historia de la Humanidad consideramos aceptable ofrecer el Cuerpo de Cristo —la Eucaristía— a todo aquel que comprenda su realidad y busque tal alimento para fortalecer su alma en un esfuerzo por abandonar cualquier comportamiento desordenado que reconozca, lo que el monoteísmo llama “pecado”. Los católicos informados deben saber que la Eucaristía consumida por un alma que se acerca a ella con duplicidad equivale a consumir su propia condena. Estamos seguros de que Dios puede manejar apropiadamente la situación sin nuestra interferencia más allá de lo que sería un esfuerzo razonable para desalentar a los que no deberían consumir la Eucaristía.

En este punto queremos citar algunas otras pertinentes declaraciones hechas por Jesucristo que no requieren “un cuerpo de teólogos católico-romanos” para su interpretación, ya que son muy claras y se aplican hoy en día de la misma manera que eran aplicables en el entorno social de hace 2000 años.



CONCLUSIÓN

Tal como afirmábamos en un reciente documento que destaca las Profecías Bíblicas relativas a la Segunda Venida (15):



...y cualquiera que sea propenso a interferir con la Salvación de un alma debe recordar que...


La definición de “pequeños” aquí es “Dejad a los pequeñuelos venir a Mí: no les impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.” [Lucas 18:16]

Y la definición de “escándalo/escándalo” aquí es “Por tanto no nos juzguemos ya más unos a otros; al contrario, juzgad mejor no causar al hermano tropiezo o escándalo.” [Romanos 14:13]


EPÍLOGO

A estas alturas, hermanos, probablemente se estén preguntando por qué titulamos este documento: “Las Llaves del Reino de los Cielos – ¿Qué son y quién las tiene ahora?” No, no fue un error. Todo el documento conduce precisamente a ello. Sin embargo, antes de que nos preocupemos por esas “Llaves” tan comentadas y artísticamente representadas, averigüemos en qué consiste el Reino de los Cielos.

La mejor descripción la encontramos en las propias palabras de nuestro Señor: “El reino de los cielos es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó.” [Mateo 13:33]

Dicha “levadura” es la esencia de las Ocho Bienaventuranzas que Jesús enseñó en el Sermón de la Montaña y las enseñanzas que de ellas se desprenden [Mateo 5]. Una vez que dichas enseñanzas comienzan a formar parte de un ser humano (como lo que sucedió cuando... una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina), ese individuo comienza su viaje en el Reino de los Cielos.

Este Reino de los Cielos no comienza cuando un individuo muere y “va al Cielo”; la vida Eterna en el Reino de los Cielos comienza aquí mismo en la Tierra, una vez que el alma ha sido apropiadamente “fermentada” con las Ocho Bienaventuranzas y las enseñanzas asociadas.

Así, las legendarias “Llaves del Reino” fueron dadas a los Pastores originales que, por sus propias acciones, estaban en efecto fundando una nueva religión – que fue llamada Cristianismo por primera vez en Antioquía. Ellos estaban, en esencia, con su predicación e instrucción, “fermentando” a las almas con las Ocho Bienaventuranzas y las enseñanzas asociadas, conduciendo así a otros a las puertas del Reino de los Cielos.

Por lo tanto, tener el conocimiento dado por Jesús a través de las Ocho Bienaventuranzas y las enseñanzas asociadas y, a su vez, transmitir ese conocimiento a otros, estaba simbólicamente representado por esas legendarias “Llaves del Reino”. De ello se deduce lógicamente que los responsables originales de la evangelización tenían dichas Llaves.

Desafortunadamente, poco después de que el Cristianismo fue vendido al mejor postor (16) —el emperador Constantino—, la capacidad de dichos pastores para “fermentar” comenzó a disminuir hasta que la Humanidad alcanzó un estado crítico. S.S. Juan XXIII se dio cuenta de la gravedad de la situación después de conocer la verdadera —aunque incompleta (17)— Tercera Parte del Secreto de Fátima, y trató de salvar lo que pudo convocando el Concilio Vaticano II (18). Se había dado cuenta de que, para entonces, la “levadura” que se estaba usando era la que había sido descrita por Jesús cuando advirtió a sus seguidores:


Que él definió claramente a través de Lucas 12:1


Hermanos, estamos llegando a la última de las advertencias y ruego a Dios que las palabras que pronunciamos en Su Nombre sean escuchadas —por el propio bien de ustedes— ciertamente no por el nuestro. Al dar a conocer las advertencias a todos y cada uno, hemos cumplido con nuestra (19) responsabilidad a plenitud.









In English: The Keys of the Kingdom of Heaven and Who Holds Them Now

Publicado en Inglés en la semana de Abril 8-15 de 2007 - Domingos de Pascua y de Misericordia • Clarificado el 23 de Agosto de 2019 • Traducido al Castellano el 24 de Agosto de 2019