Milagros y Profecías - Exponiendo los errores de las falsas explicaciones

Este pequeño ensayo ha sido escrito para quienes creen en Dios. No obstante, el agnóstico, el no creyente y los enemigos de Dios también están cordialmente invitados a revisar la información que contiene. Después de todo, Judas Iscariote fue un Apóstol, aunque después traicionase a Jesucristo, y Saulo de Tarso fue el más feroz enemigo de los Cristianos de la Primitiva Iglesia, aunque luego se convirtió en el Apóstol más prolífico, Pablo.

Hay una gran disputa entre algunos Teólogos, Místicos, Parapsicólogos, miembros del clero Cristiano y el creyente a propósito de los Milagros, los Sucesos Sobrenaturales, los Poderes Psíquicos, etc. Algunos exclaman; "¡Milagro!", mientras otros afirman: "¡Fraude!", y otros, incluso, alegan: "Dejadme que os explique científicamente el Milagro." ¿Quién tiene razón?

Nosotros intentaremos tan sólo presentarte la información de tal modo que te ayude a sacar en claro tu propia conclusión a propósito de este asunto. Ten presente, por favor, que las piezas correctas de un rompecabezas son únicamente aquellas que se insertan perfectamente dentro de la imagen entera.

Primero, revisemos los componentes individuales que estén directamente relacionados con esta vieja manifestación del síndrome "hombre vs Dios", es decir, cuando el hombre quiere ser igual que Dios [refiérase Adán y Eva en el Libro del Génesis].

¿Qué nos enseñó y nos demostró Jesucristo sobre la Fe? "Porque en verdad os digo: Que si tuvieres fe como un grano de mostaza, diréis a esta montaña: 'Pásate de aquí, allá,', y se pasaría, y no habría para vosotros cosa imposible." [S. Mateo 17:20]

Jesús está andando sobre las aguas hacia una barca en la que se hallan Sus discípulos. Le pide a Pedro que vaya hacia Él. Pedro deja la barca y comienza a andar sobre las aguas hacia su Maestro. Pedro se asusta con el viento, duda y, entonces, empieza a hundirse. El "encantamiento" obtenido a través de la Fe se ha roto.

Jesús visita Nazaret... "Y no querían aceptarle. Pero Jesús les dijo: 'Un Profeta no está sin honor sino en su país y en su familia'. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe."

¿Qué se puede concluir de todo lo precedente?(*) Tal vez que, a través de la acción del hombre y gracias al ejercicio de su fe, es como Dios, por medios invisibles para nosotros, realiza milagros.

(*) Para el que no cree en los sucesos sobrenaturales y para los que dudan de la verdad de las Escrituras: consideren por ahora las citas precedentes de las Escrituras como una hipótesis colectiva, y luego, a la luz de la información aquí presentada, reexaminen al final sus dudas.

El principio-conclusión citado anteriormente parece verse confirmado por el hecho de que incluso en presencia de Jesús, Dios encarnado, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, "Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe", y , obviamente, no porque no pudiese, sino porque Su Propia Ley exige un acto de Fe por parte de los beneficiados.

A modo de ejemplo: El Reverendo Oscar Quevedo, S J, considerado por algunos como un experto en el campo de la Parapsicología, ha escrito:

La Parapsicología es una ciencia que se ocupa de fenómenos aparentemente misteriosos, inexplicables a primera vista, pero siempre relacionados con un ser humano vivo que está presente en el episodio.

Lo que se atribuyó en un tiempo a entidades no físicas (espirituales), los estudios de Parapsicología han probado que era de origen humano...[que estaba] vivo y presente en el fenómeno.

Le muestra (al hombre) que todo eso (los sucesos de tipo milagroso) viene de sí mismo, de su energía psicológica, de sus facultades espirituales y le libera de sus miedos haciéndole consciente de que es el dueño de sí mismo y de su vida, una vida que debería ser (entonces) más feliz.

(+) El individuo de inteligencia y educación media que vivía en el siglo diecinueve habría creído ciertamente, si hubiese podido ver alguna funcionando, que la televisión era un "milagro".

(+) Un cable eléctrico y el shock resultante al tocarlo, para el mismo individuo, también podría parecer milagroso - un "castigo"; un "aviso".

(+) Para un hombre de hoy, un viaje interdimensional podría también ser un milagro, aunque ciertamente es un hecho posible (sin embargo, con su lógica del siglo veinte creería que es un absurdo)

Sólo porque entendamos cómo se produce un milagro, no tiene por que volverse menos milagroso. De hecho, la comprensión de cómo sucede un milagro es muchas veces más impresionante. Por ejemplo:

Si el público en general quisiera entender qué mantiene realmente a un aeroplano en lo alto, se quedarían pasmados ante las Leyes Divinas que gobiernan la naturaleza en vez de ante la habilidad para la ingeniería del hombre. Lo único que hizo el hombre fue descubrir y aprender a manejar el poder de un principio físico que enuncia el Principio de Vernoulli.

Hay una razón para todo. Todo tiene una explicación, pero simplemente nosotros no conocemos todas las explicaciones y algunas no las conoceremos nunca mientras vivamos en cuerpo mortal. Hay miriadas de maravillas de la creación de Dios que no podemos comprender, y mucho menos explicar, usando nuestras muy limitadas facultades. En eso consiste un "Misterio".

Por Decreto Divino, transmitido a la humanidad a través de las Sagradas Escrituras, el hombre está íntimamente asociado a los trabajos de la Creación de Dios. Dios, intrínsecamente, no necesita al hombre, pero Dios elige "necesitar" al hombre.

El Libro del Génesis (1, 26) nos dice claramente que Dios, el Creador, colocó al hombre como "...señor de los peces del mar, de los pájaros del cielo, ganado, toda clase de criaturas que reptan por el suelo".

Para comprender la distribución de las responsabilidades en esta colaboración permítasenos acudir a S. Mateo 19, 25-26: "Al oír esto, los discípulos se asombraron en gran manera y le dijeron: '¿Quién pues podrá salvarse?' Mas Jesús, fijando los ojos en ellos, les dijo: 'Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible'."

Es decir: El poder infinito de Dios está al alcance del hombre, mediante la fe y de acuerdo con la voluntad de Dios, para superar cualquier limitación percibida o real en cualquier circunstancia en que se encuentre por sí mismo.

¿Hemos pues de sorprendernos del hecho de que en muchos sucesos milagrosos esté implicada la realidad humana? ¿hemos de sorprendernos de que la frecuencia y magnitud de los sucesos milagrosos sea proporcional al nivel de fe de la realidad humana, de la comunidad o de la nación? ¡Por supuesto que no!

Precisamente, esa misma lógica que se usa para denegar la realidad de los sucesos milagrosos desde la Parapsicología prueba, y confirma sin duda alguna, la verdad palmaria de los milagros y de los factores implicados en ellos.

La clave está en la "Fe". Fe en que el suceso tendrá lugar de un modo u otro. Un estudio sobre los místicos y santos de la India arrojaría mucha luz sobre el tema de la "Fe" desvinculada de la Divinidad y vinculada con el autoteísmo. También sería ilustrativo de las consecuencias negativas asociadas al autoteísmo o auto-divinización.

Jesús no dijo nunca que para mover una montaña de lugar era necesario tener Fe en Él. Dijo que lo que se necesitaba era una Fe fuerte en que el evento tendría lugar. De todos modos, cuando la fortaleza de nuestra Fe va acompañada de la deferencia de la Voluntad de Dios, entonces, el milagro solicitado no tendrá ninguna consecuencia negativa.

Como científico, Miguel de Portugal, encuentra completa coherencia entre las Revelaciones Divinas de las Sagradas Escrituras, el mundo físico y espiritual y sus interacciones visibles e invisibles y las legítimas manifestaciones sobrenaturales.

Incluso si rechazásemos reconocer las Sagradas Escrituras como Revelación Divina, entonces, en virtud de la reflexión de las leyes propuestas por la Parapsicología explicando las manifestaciones sobrenaturales, la realidad de las Sagradas Escrituras resulta de este modo verificada y confirmada.

El hombre racional está pronto a descalificar cualquier manifestación sobrenatural. Veamos que hay detrás de estas negaciones de las manifestaciones sobrenaturales.

El hombre (supuestamente) racional cae preso de sus propias inseguridades espirituales y materiales. Si el hombre no se pone frente a Dios (a causa de sus temores) entonces necesita racionalizarlo fuera de su mundo. Si el hombre puede tratar con Dios pero no con los milagros (pues estos lo colocan demasiado cerca de Él para poder estar cómodo), entonces este hombre los explica de otro modo. Si el hombre no puede habérselas con las manifestaciones sobrenaturales, entonces las ignora.

Un hombre verdaderamente racional que se propone abiertamente, y sin prejuicios ni temores, encontrar la verdad, confíado y seguro sin ocuparse de dónde venga la verdad; será capaz de tratar con ella y de ponerla a su servicio.

***Cuando Dios crea un alma y le garantiza ciertos atributos inherentes, se conserva el ‘libre’ albedrío del alma. Así pues, estos atributos pueden ser usados para el bien o para el mal. Una vez garantizados no son retirados. Dios hace "...descender su lluvia sobre justos e injustos." [S. Mateo 5, 45]

Caso de discusión – si el sistema creado por Él lo permitiese, en el momento en que Lucifer y los otros ángeles se negaron a servirle, Dios se hubiera reservado los atributos garantizados y así, de hecho, cancelado su malvada influencia en el mundo.

***Una persona puede no darse cuenta de ello y, sin embargo, puede ser dañada por un individuo que posee enormes atributos que usa para malos propósitos. Sólo aquellos que viven en verdadera comunión con Dios, "a la sombra de Sus alas", son impermeables a estos ataques. Todos los demás son vulnerables al daño, independientemente de cuales sean sus creencias sobre el tema. Metafóricamente: la negación de la ley de gravedad no evita que sus efectos tengan lugar.

Para la mirada alerta puede parecer que hay una relación coherente entre las enseñanzas originales de las Sagradas Escrituras y las manifestaciones legítimas de lo sobrenatural. Además, podemos extraer conclusiones derivadas de estas dos cuestiones:

1. ¿Porqué se da con tanta insistencia semejante movimiento de secularización y/o negación de los milagros y otras manifestaciones sobrenaturales hasta el punto de neutralizar la Divinidad?

2. ¿Tienen algún interés creado los enemigos de lo sobrenatural y, de esta suerte, del misticismo, en las consecuencias mundiales que sus teorías, filosofías enseñanzas teológicas acarrearán?

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