Usemos un paralelismo químico: La
molécula del compuesto llamado "Agua" está formada por tres átomos: dos
átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. La fórmula química es H2O.
Cuando dos átomos de hidrógeno se combinan químicamente con un átomo de
oxígeno para crear una molécula, la substancia resultante es
siempre la misma y única: Agua [H2O].
Esta substancia única tiene un conjunto de propiedades físicas y
químicas que no tiene ningún otro compuesto.
El agua a temperatura y presión
ambientes presenta su "Manifestación Normal": el "Estado Líquido".
Consideremos entonces este paralelismo (y recuérdese, es sólo un
paralelismo utilizado para describir lo indescriptible en términos
humanos).
Dios Padre = "Manifestación Normal" =
"Estado Líquido"; por tanto,
"Manifestación Concreta" = "Estado Sólido" de Dios Padre, es
Jesucristo; y consecuentemente,
"Manifestación Espiritual" = "Estado Gaseoso" de Dios Padre, es el
Espíritu Santo.
Una Única Substancia, Tres Manifestaciones distintas.
Tanto el Agua en "Estado Sólido" como en el "Estado Gaseoso" provienen
del Agua en "Estado Líquido":
Su Origen.
Por lo tanto, a ese Estado regresan ya que: El "Estado Líquido" es el
"Mayor de Todos"
(3) [tal como Jesús calificaba
al Padre], aun siendo los Tres Estados manifestaciones de la Misma
Substancia: Agua [H
2O] - o sea, Un Solo Dios.